La extrema derecha experimentó una significativa subida en las elecciones municipales de Holanda a tres meses de los comicios generales anticipados de junio, según los datos difundidos ayer tras el recuento del 96% de los votos.

El ultraderechista Partido Para la Libertad (PVV), liderado por el xenófobo Geert Wilders, y los liberales del D66 son los que más margen han ganado, mientras que los laboristas del PvdA y los democristianos (CDA), del primer ministro en funciones, Jan Peter Balkenende, aparecen como los grandes perdedores aunque mantienen su posición todavía mayoritaria.

Los medios holandeses anticipan que, si en junio se mantiene esta tendencia de voto, los tres partidos que podrían acabar formando la nueva coalición gubernamental serían el CDA, el PvdA y los radicales de derecha del PVV, una posibilidad que preocupa a los opositores de Wilders que califican abiertamente a esta formación de racista.

En las únicas dos ciudades en las que se presentaba el PVV, Almere y La Haya, logró colocarse en primera y segunda posición, respectivamente.

"Lo que sucede en La Haya y Almere puede suceder en todo el país", comentó Wilders, quien considera lo ocurrido como un "trampolín para el éxito".

"Vamos a lograr ser el partido más grande de Holanda el 9 de junio", aseguró.

En la capital del país, Amsterdam, los laboristas del PvdA fueron los grandes perdedores, ya que, aunque mantuvieron su posición de liderazgo, vieron reducido considerablemente el respaldo del electorado en favor de los liberales del D66.

Los resultados en Rotterdam, a falta del recuento de un 4% de los votos, no son tan claros como el miércoles cuando el partido populista Leefbaar parecía haber desplazado al PvdA.

Ahora mismo, los laboristas se sitúan a la cabeza con un 28,8% de los votos, seguidos de cerca por el Leefbaar, que suma el 28,6%.

A la espera de resultados definitivos hoy, el cabeza de lista del PvdA en Rotterdam, Dominic Schrijer, ya ha adelantado que su partido sigue siendo reticente a formar coalición con Leefbaar, caracterizado por su tradición de fuertes cambios políticos, debido a que las diferencias entre ellos son demasiado pronunciadas.

Por el contrario, desde el Leefbaar, Marco Pastor afirmó que no tendría ningún problemas en pactar con el PvdA.

La agencia holandesa ANP afirma que en este equilibrio de fuerzas en la segunda ciudad de Holanda tendrán un papel clave los liberales del D66.

Pastor sorprendió ayer al pedir que se repita la votación en Rotterdam al alegar que los responsables de varios colegios electorales ayudaron a los votantes a votar, algo terminantemente prohibido.

También queda en el aire hasta la próxima semana si se da por válida la votación en Amsterdam, donde un problema técnico obligó a sustituir las papeletas a mitad de la jornada electoral para incluir al candidato del VVD, Eric van den Burg, que no aparecía en la primera versión.

Socialistas y democristianos han mostrado una decepción a medias con los resultados, aliviados porque no se hayan cumplido los peores pronósticos.

"Dijeron que estábamos muertos y enterrados", comentó el líder del PvdA, Wouter Bos, pero añadió: "Hemos vuelto".

Balkenende señaló que la caída del Gobierno ha influido de forma decisiva en el resultado de las municipales, pero admitió que la caída "podría haber sido mayor".

El PvdA se ha hecho con el 16% de los votos (en 2006 logró un 23%), lo que les mantiene como primera fuerza a escala nacional, aunque en número de escaños han sido sobrepasados por el CDA y los liberales del VVD.

Los partidos locales han conseguido en conjunto 2.300 sitios de los 8.700 existentes a nivel local en el país.

El CDA ha perdido un 2% de sus votos (tiene el 14,8%, tras el 17% de 2006), pero es el partido que más escaños ha logrado después de los locales.

Por el momento, 22 de los 394 municipios para los que se elegían regidores el miércoles aún no han comunicado el resultado de la votación.

De los 16,4 millones de habitantes que tiene Holanda, 12,2 millones tienen derecho a votar, pero sólo un 53% de ellos acudieron a las urnas, cinco puntos por debajo del índice registrado cuatro años antes (56,3%).