Las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron ayer a cuatro sirios que arrojaron zapatos al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, cuando salía el martes por la noche de la mezquita de Al Husein, en El Cairo.
Arrojar o mostrar el calzado es una de las mayores muestras de desprecio en el mundo árabe, y en el pasado ya se ha condenado a personas por hacerlo, como sucedió con el periodista iraquí Montazer al Zaidi, sentenciado a un año de prisión tras lanzarle sus zapatos en Bagdad al ex presidente de EEUU George W. Bush, en 2008.
Ahmadineyad participa en la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que se celebró entre martes y miércoles, en la que constituye la primera visita de un presidente iraní a Egipto desde 1979.
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