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La comunidad internacional da un nuevo impulso a la creación de un estado palestino

  • Alemania, el Reino Unido y Holanda aprueban un paquete de ayuda económica para la creación de un nuevo sistema policial y de justicia, considerado paso imprescindible para una convivencia pacífica con Israel

La comunidad internacional dio hoy un espaldarazo a la creación de un estado palestino soberano al aprobar un paquete de ayuda económica para la creación de un nuevo sistema policial y de justicia, calificado de paso imprescindible de cara a una convivencia pacífica con Israel.

"De Berlín sale una clara señal de apoyo a la construcción de un estado palestino", aseguró el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en una rueda de prensa al término de una conferencia organizada por Alemania, el Reino Unido y Holanda.

Steinmeier anunció que en la reunión se logró comprometer a los cuarenta estados participantes a destinar durante los próximos años un total de 242 millones de dólares (156 millones de euros) a la reconstrucción de un sistema policial y judicial en los territorios palestinos.

La filosofía que subyacía al encuentro es que sólo un estado en el que confían sus ciudadanos, con una policía civil y unos tribunales efectivos, puede garantizar la seguridad que necesita Palestina, para poder salir social y económicamente adelante, y que a su vez reclama Israel para aceptar una futura soberanía.

"Unas negociaciones de paz necesitan de un fundamento sobre el que sustentarse" y la creación de un sistema jurídico y policial efectivos es una clave fundamental en este proceso, subrayó Steinmeier.

Entre los proyectos a los que se destinarán los fondos figuran desde el equipamiento de los policías de tráfico y la construcción de las comisarías necesarias hasta la formación de jueces.

Pese a la tónica general de armonía que predominó en la reunión, palestinos e israelíes demostraron nuevamente su desconfianza mutua.

Así, por ejemplo, el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Salam Fayad, insistió repetidamente en que ningún programa puede tener éxito, si no se logra que todos los implicados en el conflicto cumplan con sus respectivos compromisos.

Eso no sólo implica a los palestinos, dijo, sino también a los israelíes que siguen con sus agresiones contra el territorio palestino, mantienen su política de asentamientos e impiden el libre movimiento de los ciudadanos.

En la misma línea se expresó el secretario general de la Liga Árabe, el egipcio Amre Musa, quien exigió un "fin inmediato" de la construcción de nuevos asentamientos y aseguró que todas las delegaciones presentes en Berlín eran de la misma opinión de que esta "tendencia peligrosa" supone una seria amenaza para la paz.

La ministra de Exteriores israelí, Zipi Livni, se mostró más conciliadora, al menos en su intervención abierta al público, al destacar que "nuestros vecinos palestinos no son un estado terrorista sino socios responsables en el proceso de paz". No obstante, matizó que la seguridad es prioritaria para Israel.

También la ruptura hoy mismo de la recién pactada tregua en Gaza planeó sobre el encuentro, aunque los participantes occidentales en la rueda de prensa final evitaron comentarla.

Fayad, en cambio, se refirió a que el lanzamiento de dos cohetes contra el sur de Israel, reivindicado por Yihad Islámica, ponen de manifiesto "la fragilidad de esta tregua" y demuestran que "lo que hace falta es una tregua amplia y no puntual".

El primer ministro palestino evitó las críticas a su enemigo interno, el movimiento Hamas en la Franja de Gaza, al que se limitó a pedir que acabe con la violencia para poder terminar con el bloqueo de ese territorio palestino.

En cambio, sí criticó con dureza el bloqueo de la Franja por parte de Israel, que, subrayó, impide que la ayuda internacional llegue también a ese territorio.

Fayad aseguró que la ayuda internacional no sólo estará reservada a la reconstrucción de Cisjordania sino también de Gaza y prometió que, una vez levantado el bloqueo israelí "se podrán implementar proyectos también allí".

Pese a las disonancias puntuales, los participantes, entre los que también figuraba la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice o el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se esforzaron por manifestar amplia cohesión, y los estados europeos por resaltar el creciente papel de la Unión Europea en Oriente Medio.

"No es casualidad que el lugar de la conferencia haya sido Berlín. Estamos hablando de la construcción de un estado, algo complicado y peligroso en Oriente Medio, pero Europa tiene mucha experiencia en construir nuevos estados, sobre todo en el Este, y por eso creo que podemos ayudar a los palestinos", dijo el presidente de turno de la UE, el ministro de Exteriores esloveno Dimitri Rupel, como colofón de la conferencia.

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