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Turquía bloquea las redes sociales por difundir la foto del fiscal asesinado

  • La orden judicial de impedir el acceso a 166 páginas web y mensajes de redes sociales llegó a los proveedores, que empezaron a implementarla de forma progresiva a partir del mediodía.

Las autoridades turcas cerraron durante varias horas Twitter y mantienen bloqueado YouTube mientras alberguen la fotografía del fiscal secuestrado y asesinado el martes pasado. La orden judicial de impedir el acceso a 166 páginas web y mensajes de redes sociales llegó a los proveedores, que empezaron a implementarla de forma progresiva a partir del mediodía.

Si no fuera posible técnicamente censurar la URL exacta con la foto, habría que bloquear la página web entera, según preveía la orden judicial, emitida en Estambul. Esto es lo que ocurrió con Twitter y YouTube, inaccesibles durante gran parte del lunes para el público turco. Aunque en un primer momento el bloqueo también iba a afectar a Facebook, la empresa se comprometió de inmediato a eliminar la fotografía polémica y el cierre no se hizo efectivo.

Twitter tomó medidas similares durante la tarde y sobre las 17:00 también volvió a ser accesible. Los mensajes concretos que incluían la imagen del fiscal secuestrado han sido sustituidos ahora por el mensaje: "Tuit suspendido en: Turquía", aunque sí pueden verse fuera del país eurasiático. YouTube está tomando medidas similares, aunque el acceso a la red no se ha restablecido. Si se emplean sistemas tecnológicos para burlar los controles, bien se pueden ver los vídeos mencionados en la orden o bien pueden aparecer en negro con el mensaje: "Este contenido no está disponible en este dominio de país debido a una reclamación legal del Gobierno. Disculpa las molestias".

La imagen cuya difusión ha sido censurada muestra al fiscal Mehmet Selim Kiraz en el Palacio de Justicia de Estambul, con una pistola en la sien, rodeado por simbología del grupo ultraizquierdista que reivindicó su secuestro, el DHKP-C. La foto, a todas luces tomada por los propios secuestradores, fue difundida el martes en redes sociales y en la prensa turca e internacional, antes de la intervención policial durante la que murieron tanto los secuestradores como el rehén. El miércoles, la Fiscalía de Estambul abrió una investigación contra cuatro diarios turcos de gran tirada, calificando de "propaganda a favor del terrorismo" la publicación de la foto.

No es la primera vez que las redes sociales en Turquía se censuran por una orden judicial. YouTube estuvo suspendida de 2007 a 2010, aunque al mismo tiempo siguió siendo una de las webs más populares entre los internautas, que accedían mediante proxys o cambiando las DNS de sus ordenadores. La famosa red volvió a estar fuera de servicio entre marzo y junio de 2014, tras difundirse en ella supuestas grabaciones controvertidas a altos cargos del Estado turco.

Twitter fue bloqueado por primera vez en marzo de 2014 pero abierto un mes más tarde, después de una sentencia del Tribunal Supremo, que juzgó incorrecto suspender todo el servicio por el contenido de unas pocas cuentas. Al mismo tiempo, la empresa negoció un acuerdo con Ankara por el que acepta solicitudes del Gobierno turco para impedir a los usuarios ubicados en Turquía el acceso a determinados mensajes o cuentas. Es este el protocolo que parece haberse puesto en marcha ahora, aunque ya dos días después del secuestro, Twitter suspendió -con ámbito mundial- la cuenta que había servido de portavoz directo a los secuestradores del fiscal.

Durante 2014, Turquía ha sido con diferencia el país que más solicitudes de bloqueo de contenido ha enviado a Twitter y entre el 30% y el 50% fueron atendidas, según datos de la propia empresa. La censura de los medios sociales ya ha pasado a formar parte de la dinámica entre el Gobierno y numerosos sectores descontentos, hasta el punto de que el actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, entonces primer ministro, prometió en marzo de 2014 "erradicar Twitter (...) diga el mundo lo que diga".

A la vez, las medidas de evitar los bloqueos, como el uso de herramientas informáticas, cambios de DNS o webs túnel, se han vuelto muy populares, hasta el punto de que, según sugirió una revista satírica turca, pronto habrá vendedores ambulantes de VPN (herramienta antibloqueo) en los barrios de Estambul. Las redes sociales tienen una profunda penetración en la sociedad turca y, especialmente durante las protestas de Gezi en 2013, sirvieron para difundir ácidas y humorísticas críticas al Gobierno. Pero también el propio Erdogan está en Twitter y es uno de los jefes de Estado con mayor número de seguidores, con 6,2 millones.

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