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Theresa May iniciará el proceso de ruptura del Reino Unido con la UE en 2017El referéndum húngaro sobre los refugiados no es legalmente válido

  • La primera ministra británica descarta la celebración de una nueva consulta sobre el temaLa consulta promovida por el Gobierno de Orban no consigue superar el 50% de participación

La primera ministra británica, Theresa May, anunció ayer que iniciará antes de finales de marzo de 2017 el proceso para la ruptura del Reino Unido con la UE, y que presentará la legislación para revocar el acta de unión de su país al bloque.

El Reino Unido puede quedar fuera de la unión europea en la primavera de 2019, cuando se complete el plazo de dos años de negociaciones estipulado en el artículo 50 del Tratado de Lisboa sobre la retirada de un país comunitario.

La jefa del Gobierno, en su primera intervención en el congreso como primera ministra, expresó que activará el artículo 50 antes de que termine marzo y descartó por completo las peticiones de algunos políticos para que haya otro referéndum sobre la UE.

"Lo quiera la gente o no, este país votó a favor de salir de la UE. Esto quiere decir que vamos a dejar la UE. Seremos un país totalmente independiente y soberano, un país que ya no será parte de una unión política con instituciones supranacionales que puedan invalidar a los parlamentos y las cortes nacionales", destacó May.

Al explicar su determinación a activar el artículo 50, la jefa del Gobierno hizo hincapié en que no habrá retrasos: "Lo vamos a activar cuando estemos preparados, y lo estaremos pronto", recalcó May.

También tranquilizó a los trabajadores del Reino Unido al indicar que las leyes comunitarias serán incorporadas a la legislación británica, por lo que los derechos de la gente "seguirán estando garantizados" durante su legislatura.

May explicó que ha decidido aportar un calendario sobre el proceso con el objetivo de dar tranquilidad al sector empresarial.

El referendo promovido por el Gobierno húngaro sobre las cuotas de refugiados en los países de la Unión Europea no superó ayer el 50% de participación, por lo que no es legalmente válido.

El vicepresidente de la formación gubernamental Fidesz, Gergely Gulyas, reconoció ayer tras el cierre de las urnas que sólo había votado "alrededor del 45%" del electorado.

El primer ministro conservador, Viktor Orban, consciente de que la alta abstención amenazaba el resultado, declaró después de votar que no importaba la participación sino una abrumadora victoria del "no". El resultado es un revés para Orban, quién desplegó una controvertida campaña en la que vinculaba a los inmigrantes y refugiados con el terrorismo y la delincuencia.

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