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Sarkozy se convierte en el primer ex presidente francés que es detenido

  • El dirigente conservador declara ante el juez en régimen de arresto provisional por un presunto soborno a un magistrado Su entorno denuncia una maniobra para frenar su vuelta a la política

Nicolas Sarkozy se convirtió ayer en el primer ex presidente francés en ser detenido por la Policía, después de que una unidad anticorrupción lo aprehendiera temporalmente para interrogarlo en el marco de las investigaciones sobre el supuesto soborno a un magistrado, informó la televisión francesa.

Sarkozy (2007-2012) perdió su inmunidad legal cuando dejó el cargo en 2012 tras la victoria de François Hollande y es considerado un posible candidato para la Presidencia en 2017 por su partido, la conservadora UMP.

Existe la sospecha de que el ex presidente consiguió para un magistrado de la corte de apelaciones un puesto como asesor de Gobierno en Mónaco. Como contrapartida, el magistrado habría ofrecido a Sarkozy información secreta sobre las investigaciones puestas en marcha contra el ex presidente.

Desde principios de año, la Policía había interceptado las conversaciones telefónicas de Sarkozy, de 59 años, en el marco de una investigación por posibles irregularidades en las donaciones electorales.

Una de las investigaciones gira en torno a un posible financiamiento del régimen libio de Muamar el Gadafi a su candidatura presidencial en 2007.

En el marco de esas escuchas, según Le Monde, se añadieron sospechas de delitos de corrupción como tráfico de influencias y habrían surgido pruebas del caso de presunto soborno.

Sarkozy, que rechaza todas las acusaciones en su contra, comparó las escuchas de sus conversaciones con los métodos aplicados por la Stasi, el órgano de inteligencia de la antigua República Democrática Alemana.

El ex mandatario, que se encuentra detenido en Nanterre, cerca de París, puede quedar bajo arresto hasta un máximo de 24 horas. A comienzos de año ya fue interrogado por este mismo caso.

El lunes fue detenido el abogado de Sarkozy, así como el magistrado presuntamente sobornado, Gilbert Azibert, cuyo defensor dijo que esperaba que su cliente quedaría libre en breve.

Mónaco confirmó que el abogado Azibert fue candidato a un puesto en el más alto tribunal de revisiones en el principado, pero dijo que en el proceso no hubo influencias de afuera y que Azibert de hecho no consiguió el puesto.

Los analistas consideran que la detención no sólo representa un duro golpe para las ambiciones políticas de Sarkozy, sino que también le sirve al Frente Nacional (FN) de Marine le Pen, que en las elecciones para el Parlamento Europeo se convirtió en la fracción francesa más fuerte.

Miembros de la UMP defendieron ayer la presunción de inocencia de Sarkozy. "Cada vez que habla de su eventual vuelta, sorprendentemente, se le acosa con un asunto judicial que inmediatamente se viene abajo. (...) Empieza a resultar cansino para sus seguidores y creo que también para los franceses", indicó la delegada general adjunta de la UMP, Valérie Debord. Para la representante de la agrupación conservadora, la ciudadanía comienza a ver "una suerte de instrumentalización de la Justicia" contra Sarkozy y contra su posible regreso a la primera línea política.

"Detención preventiva no equivale a culpabilidad o imputación, tanto para Sarkozy como para cualquiera", recordó el diputado de la UMP Thierry Solère, quien aseguró que el único tema que importa y debería cuestionarse es el hecho de que se pudiera someter a Sarkozy durante más de un año a escuchas telefónicas.

El antiguo juez de instrucción y también diputado de la UMP Georges Fenech hizo ayer igualmente un llamamiento a no adelantar acontecimientos, al sostener que el interrogatorio forma parte del proceso habitual "y no hay que sacar más conclusiones".

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