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Raúl Castro promete reformas "dentro del socialismo"

  • El general subrayó que "sólo el Partido Comunista, garantía segura de la unidad de la nación cubana, puede ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder"

En un discurso plagado de referencias a su hermano Fidel Castro, a quien sigue considerando su guía y líder de la revolución, Raúl Castro asumió la Jefatura de Estado de Cuba con la promesa de que su prioridad será reconducir la economía "dentro del socialismo".

El general Castro tomó el relevo ante la Asamblea Nacional vestido de traje oscuro y corbata. Fue el único militar presente en el acto que no usaba uniforme.

"Estoy consciente de la responsabilidad que entraña ante el pueblo la tarea que se me encarga", dijo en una alocución en la que apareció desde el comienzo su hermano, porque, según dijo, "Fidel es Fidel" y es "insustituible".

Incluso pidió públicamente -y obtuvo enseguida- autorización del parlamento para seguir consultando al convaleciente líder revolucionario "las decisiones de especial transcendencia para el futuro de la nación".  En especial, las vinculadas con la defensa, la política exterior y el desarrollo socioeconómico.

Subrayó que "sólo el Partido Comunista, garantía segura de la unidad de la nación cubana, puede ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder", y agregó que "Fidel está ahí, como siempre".

Anunció una reestructuración de los órganos de la Administración Central, para que "trabajen con la necesaria integración", y anunció que la Asamblea acordó considerar la composición del Gobierno "en una futura sesión en el transcurso del presente año".  "No se trata únicamente de nombramientos, sino determinar qué cambios resulta necesarios realizar", explicó.

Recordó el "exceso de prohibiciones" que hay en el país y adelantó que "en las próximas semanas" comenzará a eliminar "las más sencillas".

Pero advirtió a renglón seguido que "la supresión de otras regulaciones, aunque a algunos pueda parecer sencillo, tomará más tiempo, debido a que requieren un estudio integral y cambios en determinadas normativas jurídicas".

En ese sentido, advirtió de que "existen cuestiones cuyo estudio requiere tiempo, ya que un error motivado por la improvisación, la superficialidad o el apresuramiento, tendría consecuencias negativas considerables".

Como ya hizo a fines de 2007, manifestó su propósito de que, "en los casos que sea necesario", se consulte "a los ciudadanos que corresponda, de cualquier sector de la sociedad e incluso de todo el pueblo, si fuera un asunto de gran trascendencia".

Reiteró que su gobierno tendrá como "prioridad" satisfacer las necesidades básicas de la población, "tanto materiales como espirituales", y puso encima de la mesa algunas de las tuercas que piensa apretar.

Mencionó el problema de la doble moneda, la revaluación del peso cubano, la recuperación del "papel" del salario, y puso énfasis en que hay gratuidades y "millonarios subsidios" que "resultan irracionales e insostenibles".

En la isla hay dos monedas, una fuerte y convertible en divisas, llamada CUC, y otra con la que se paga a los cubanos, CUP, que vale 24 veces menos que la primera, lo que ha causado malestar y quejas abiertas entre la población.

Una vez más, la receta que dio Raúl Castro para sanar los males que aquejan a la economía fue "productividad".

Puntualizó a los "agoreros internacionales de la muerte de la revolución" que la autocrítica realizada en su discurso del 26 de julio pasado, donde comenzó a apuntar sus propuestas de cambio, forman parte de un "debate crítico dentro del socialismo".

Descalificó "la algarabía que se arma, a veces bastante ridículas, cada vez que un ciudadano en nuestro país dice algo", aunque insistió en que "no hay que temer a las discrepancias", ya que "del intercambio profundo de opiniones divergentes salen las mejores soluciones".

No olvidó a Estados Unidos y "la verdadera guerra que libra" contra Cuba, pero al mencionar el embargo que Washington mantiene contra Cuba desde hace 45 años, dijo que "en lugar de utilizarlo como excusa ante los errores debe, ser acicate para producir mas y brindar mejor servicio".

El nuevo jefe de Estado concentró en su discurso las ideas que ha venido reiterando en sus intervenciones de los últimos 19 meses, durante los que ha sido presidente interino por la enfermedad de su hermano.

"La determinación de las prioridades y el ritmo de su solución partirá invariablemente de los recursos disponibles y del análisis profundo, racional y colegiado de los órganos competentes del partido, el Estado y el gobierno", anunció.

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