El Parlamento israelí en Jerusalén convocó ayer una sesión extraordinaria que se celebrará la semana próxima a consecuencia de las mayores protestas sociales registradas desde el nacimiento del Estado de Israel, confirmó un portavoz de la Knesset.

El funcionario indicó que se trata de una sesión especial y no de emergencia, como habían informado medios israelíes. El debate se centrará en el alza de los precios y la falta de viviendas, dijo Jotam Jakir.

Los miembros del partido opositor Kadima habían reunido previamente el número de firmas necesarias para lograr una interrupción del receso de verano del Parlamento.

El sábado, unas 300.000 personas salieron a las calles, especialmente en Tel Aviv, para protestar contra el elevado coste de vida, que comenzaron hace más de tres semanas por los altos precios de la vivienda en propiedad y de alquiler.

El movimiento comenzó hace más de tres semanas con una pequeña acampada en el centro de Tel Aviv como expresión de protesta contra los altos precios de los alquileres.

Pero desde entonces las demandas se han ampliado. No sólo se trata del problema de las viviendas, sino también de la asistencia médica, el sistema educativo y la carga impositiva, además de intereses individuales.

El primer ministro israelí, el conservador Benjamin Netanyahu, alimentó las protestas cuando el miércoles logró que el Parlamento aprobara una ley para acelerar la construcción de viviendas, criticada por los manifestantes, que sostienen que sólo profundizará el problema de las viviendas demasiado grandes y, por lo tanto, demasiado caras.

Ante la gravedad de la situación, Netanyahu ha encomendado a un grupo de ministros y expertos que busquen soluciones a la crisis.