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Obama resucita en su segundo debate ante Romney

  • El demócrata, más agresivo, gana, aunque por poco margen. La inmigración y el ataque al consulado en Bengasi, los temas más polémicos, aunque fueron los "archivadores llenos de mujeres" de Romney lo más comentado.

Los candidatos a la Casa Blanca se vieron de nuevo las caras en un tenso debate en la Universidad Hofstra de Nueva York que, a 20 días de las elecciones, ha resucitado al presidente Barack Obama y consolidado el giro del republicano Mitt Romney hacia su imagen más moderada.

"Obama ha vuelto", titula contundente The New York Times en un editorial al afirmar que, tras su mala actuación en el primer debate en Denver, en Nueva York el presidente "por fin pareció un hombre preparado para pelear por un segundo mandato". No obstante, el influyente diario subraya también que, en su segundo debate con Romney, Obama perdió la oportunidad de plantear "una oposición más fuerte" a la posesión de armas de asalto y de "proponer una política de inmigración clara".

El presidente y candidato demócrata a la reelección "transmitió confianza en sí mismo" y estuvo "mejor" que su rival cuando se debatió sobre educación, las políticas hacia las mujeres e inmigración, según dijo Carolyn Dudek, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Hofstra. Para Dudek, Romney tuvo su punto fuerte en los asuntos económicos y, según sostiene en un editorial The Washington Post, su estrategia fue describir los últimos cuatro años "como un experimento fallido", así como profundizar en sus posturas moderadas de esta recta final de la campaña para atraer a indecisos e independientes.

El debate, en el que una decena de ciudadanos hizo las preguntas y estuvo moderado por la periodista de la CNN Candy Crowley, fue casi un cuerpo a cuerpo, con interrupciones y ataques mutuos, y con los candidatos de pie en muchos momentos hablándose de frente y de forma desafiante. Después de haber admitido que en el primer debate estuvo "demasiado correcto" y tuvo "mala noche", Obama salió dispuesto desde el principio a dar la impresión contraria.

El demócrata acusó varias veces a Romney de mentir y tuvo momentos brillantes como cuando le dijo que su pensión "no es tan grande" como la del republicano o le acusó de tener un plan que busca únicamente asegurarse de que "los ricos juegan con diferentes reglas". Obama sugirió que su rival no sería "firme" con China por su competencia comercial desleal si llega a la Casa Blanca, lo describió como un político duro con los inmigrantes indocumentados y afirmó que tiene dos caras en políticas sociales, energéticas y sobre el control de la posesión de armas.

Por su parte, Romney dibujó un panorama desolador tras cuatro años de Gobierno demócrata con la clase media "aplastada" por un presidente que, dijo, no sabe cómo reactivar la economía, una deuda pública por las nubes y millones de estadounidenses sin trabajo. El republicano también usó este debate, igual que el primero, para defender en asuntos sociales e inmigración posturas más moderadas que las que estuvo apoyando durante las primarias de su partido antes de ganar la candidatura presidencial. "Todas las mujeres en el país deberían tener acceso a los anticonceptivos", afirmó tajante Romney, un firme opositor al aborto que, no obstante, comentó hace algunos días que si llega a la Casa Blanca no promoverá leyes para restringir ese derecho. Si durante las primarias llegó a hablar de la "autodeportación" como solución al problema de la inmigración ilegal, ahora dio a entender que está a favor de un "camino" para que los hijos de los indocumentados puedan obtener la residencia permanente en Estados Unidos.

No estuvo afortunado al defender su trabajo en favor de la igualdad de oportunidades cuando era gobernador de Massachusetts. "Fui a una serie de grupos de mujeres y les dije: '¿Nos pueden ayudar a encontrar gente?', y nos trajeron archivadores enteros llenos de mujeres", explicó. En internet ya existe una web titulada archivadores llenos de mujeres que se mofa del comentario de Romney, criticado también por analistas y medios y, como no, por los demócratas.

Tampoco le fue bien a Romney en la parte del debate dedicada al ataque del 11 de septiembre contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia), donde murieron el embajador Chris Stevens, otro diplomático y dos ex militares. Obama, muy molesto, tildó de "ofensiva" la sugerencia republicana de que su Gobierno ocultó o tergiversó información sobre ese incidente con fines políticos dada la cercanía de las elecciones. Como colofón a una buena noche, Obama quiso cerrar el debate con una referencia al polémico vídeo en el que Romney menospreció al 47 por ciento de los votantes que, según él, dependen del Gobierno y no pagan impuestos. "Cuando (Romney) dijo a puerta cerrada que el 47% de los ciudadanos de este país se consideran a sí mismos víctimas, que se niegan a asumir responsabilidad personal, piensen de quién está hablando", subrayó Obama.

El tercer y último debate será el próximo lunes en Boca Raton (Florida) y estará dedicado únicamente a política exterior, un ámbito en el que a priori Obama "tiene mucha más práctica y experiencia que Romney", según la profesora Dudek.

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