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Mubarak destituye a su Gobierno y promete reformas tras la revuelta

  • El presidente egipcio nombrará hoy mismo un nuevo gabinete · Al menos 29 muertos y casi mil heridos en las multitudinarias manifestaciones por todo el país para exigir la caída del régimen.

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunció ayer que había pedido al Gobierno su dimisión y que hoy nombrará un nuevo Ejecutivo, después de la jornada de manifestaciones masivas en contra de su régimen que le llevó a desplegar al Ejército para contener unas protestas en las que ayer se registraron al menos 29 muertos.

"He pedido al Gobierno que dimita hoy [por ayer] y habrá un nuevo Gobierno mañana [por hoy]", avanzó el presidente egipcio en una declaración televisada. Mubarak lamentó "las víctimas inocentes de ambos bandos" y aseguró que las manifestaciones "no deberían haberse producido".

En su discurso, el gobernante, de 82 años, dijo que era consciente de las demandas de reformas políticas, sociales y económicas que han llevado a los ciudadanos a salir a la calle, pero insistió en la necesidad de mantener la seguridad bajo control.

A pesar de que las protestas se han centrado en las últimas horas en pedir la renuncia de Mubarak, en el poder desde 1981, el gobernante egipcio no expresó ninguna intención de renunciar al poder.

La intervención televisiva se produjo horas después de que el propio Mubarak ordenara al Ejército que reprimiera las manifestaciones populares que exigen su abandono del poder al tiempo que decretaba el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez desde las seis de la tarde a las siete de la mañana.

La jornada de ayer fue trágica. Al menos 29 personas murieron  en las multitudinarias manifestaciones que se produjeron en distintas ciudades del país, 13 de ellas en la ciudad de Suez, según informaron diversas fuentes. Las protestas se saldaron con al menos 870 heridos, de los cuales 420 tuvieron que ser hospitalizados y el resto fueron atendidos en la calle. Algunos de los heridos presentaban heridas de bala.

La televisión pública de Egipto difundió anoche imágenes en las que aparecían en las calles tanquetas del Ejército que fueron aclamadas por la gente apostada en los lugares por los que pasan.

Y es que gran parte de las decenas de miles de manifestantes que salieron ayer a las calles de Egipto en favor del cambio político han ignorado el toque de queda impuesto por el Ejército y el presidente Hosni Mubarak mientras en la capital egipcia comenzaba la noche entre el sonido de los disparos, incendios esporádicos y gritos en favor del cambio.

Las llamas se apoderaron de la sede central del Partido Nacional Democrático (PND) del presidente Mubarak. Junto a la sede de la formación política también se tiene constancia de incendios en una comisaría y varios coches de Policía, según las imágenes divulgadas por la cadena panárabe Al Jazeera, sin que ningún camión de Bomberos hiciera acto de presencia para contener las llamas, que se extendían peligrosamente hacia el Museo Nacional, donde se encuentran los restos del faraón Tutankamon, un verdadero tesoro nacional.  

"El Cairo está completamente en manos de los manifestantes. Nunca he visto nada igual en todos los años que llevo cubriendo este país", aseguró un corresponsal de la cadena panárabe. El tráfico de vehículos sigue abierto en algunos puntos de la capital, pero los tanques del Ejército comenzaban a patrullar las calles cairotas, como parte de la intervención solicitada por el presidente Hosni Mubarak, a petición de la propia cúpula militar del país.

El caos nocturno ponía el colofón a una jornada en la que las calles de la capital del país y de otras ciudades como Suez y Alejandría fueron tomadas por el fuego y el humo. Tras el tradicional rezo del viernes, miles de opositores al régimen marcharon desde las mezquitas hacia la plaza de Tahrir, en el corazón de El Cairo. Las fuerzas de seguridad cercaron el área pero desde un puente que conduce a la plaza los manifestantes repelieron a la Policía.

En las manifestaciones participaron personas de todas las capas de la población: hombres y mujeres, jóvenes y mayores, ricos y pobres, cristianos y musulmanes.

En la ciudad portuaria de Suez, los opositores al gobierno incendiario la central del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) del presidente Hosni Mubarak, informaron emisoras panárabes.

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