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Masiva afluencia de votantes en las primeras elecciones libres de Túnez

  • Largas colas en los colegios electorales y dificultades con las papeletas de voto fueron las únicas incidencias de una jornada que se desarrolló con normalidad

Los ciudadanos tunecinos acudieron masivamente a votar ayer en las primeras elecciones libres de su historia, en las que elegirán una Asamblea Constituyente, y soportaron colas de varias horas en los colegios electorales.

A las siete de la mañana ya había electores aguardando la apertura de los colegios, y tres horas después las colas eran de varios cientos de metros, en muchos casos a pleno sol, según pudo comprobar Efe en la capital y corroboraron varios testigos en el país.

En todos los casos, la ausencia de incidentes fue la tónica general, tanto en la capital como en la cuenca minera de Gafsa y Sidi Bouzid (cuna de la revolución tunecina, en el sur), según dijeron fuentes de ambas ciudades.

En la localidad de Sidi Bouzid un pequeño grupo de salafistas salió a la calle para exhortar a la abstención con el argumento de que votar "es pecado".

La mayoría de las personas reconocían que era la primera vez que ejercen su derecho al voto, pues antes las elecciones eran "un teatro" o "una mera formalidad", según comentaban entre risas varias electoras que hacían cola en la calle Marsella, distrito de clase media de la capital.

El procedimiento de voto es simple: el elector se identifica con su cartilla electoral o su documento, moja el dedo en tinta indeleble (para no poder votar de nuevo), recoge la papeleta donde están inscritos todos los candidatos, entra en las cabinas de voto para marcar el nombre de su candidato elegido y luego lo deposita en la urna.

Sin embargo, la aparente escasez de oficinas de voto hizo que las esperas fueran de varias horas, algo de lo que se quejaron muchos de los electores.

Además, las personas ancianas o de bajo nivel cultural encontraban difíciles las papeletas de voto, ya que todos los nombres de candidatos (y en algunos casos suman hasta 90) aparecen en una sola hoja de forma un tanto abigarrada y que se presta a la confusión, según denunciaron varios partidos.

El primer ministro tunecino, Beyi Caid Essebsi, que dejará su cargo en unas pocas semanas, dijo al votar que "el pueblo tunecino escribe hoy una página de su historia que separará dos épocas, una nueva página de la que se puede enorgullecer entre las naciones libres y desarrolladas", según dijo a la agencia TAP.

En el barrio popular de Bab Suika, las filas de votantes estaban separadas por sexos: los hombres en un lado y las mujeres en otro, fenómeno que se repitió en varios distritos y provincias, pero Yendubi dejó claro que la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE) no ha impuesto esta separación y dedujo que se produjo "espontáneamente".

Un funcionario de ISIE se paseaba con varios invitados iraquíes en este mismo colegio para mostrarles el desarrollo de la votación: "Es una experiencia única que debemos sacar adelante, y Occidente debe estar con nosotros", proclamó, sin querer dar su nombre por tener prohibido dar declaraciones.

Los tunecinos mayores de 18 años con derecho a voto eran casi 7 millones y medio, aunque los que se han inscrito en las listas son sólo 4.100.000, según fuentes de ISIE. Sin embargo, los no inscritos pudieron votar con la simple presentación de su documento de identidad.

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