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Macron se abre paso al Elíseo

  • El ex ministro de Economía de Hollande se erige en los sondeos como tercera vía ante la ultraderecha

  • Hamon lanza una campaña sin concesiones para ser "una izquierda de combate"

Emmanuel Macron, en un mitin.

Emmanuel Macron, en un mitin. / EFE

Una nueva estrella brilla en el firmamento francés: el ex ministro de Economía y candidato a las presidenciales francesas Emmanuel Macron, un outsider que dice que no es "ni de derechas ni de izquierdas",y que hizo el sábado una demostración de fuerza con un mitin masivo en Lyon.

La polémica que rodea a Fillon por los empleos supuestamente ficticios de su mujer y dos de sus cinco hijos ha impulsado a Macron en los sondeos y algunos le dan como ganador en la segunda ronda ante la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen.

Sí, hay desacuerdos en la izquierda, como hubo siempre; lo importante es dónde queremos ir"

"Lo mejor está por venir y nos corresponde", dijo el que fuera ministro de Economía de François Hollande, que ha conseguido el apoyo de socialistas disconformes con la política izquierdista de su propio candidato, Benoît Hamon.

El aspirante socialista a las presidenciales de abril y mayo lanzó ayer su campaña electoral con un reclamo a la unión de los socialistas, sin que esto implique concesiones en su programa, y con el objetivo de "volver a ser una izquierda de combate".

Siete días después de vencer al ex primer ministro Manuel Valls en la segunda vuelta de las primarias, la ausencia de éste y de muchos barones de la formación evidenció las discrepancias en el seno de la formación y la dificultad de agrupar las distintas sensibilidades.

"Sí, hay desacuerdos entre la izquierda, como los ha habido siempre. Lo que me importa es dónde queremos ir juntos", señaló ante cerca de 2.000 personas el ex ministro de Educación de François Hollande, un puesto que ocupó apenas cuatro meses y que dejó por su descontento con las políticas "de austeridad" de Hollande y Valls.

El disidente socialista, de 49 años y una ascensión inesperada en esos comicios internos, dijo no concebir "que la unión se reduzca a un acuerdo de aparato", y en su discurso de investidura abogó por una izquierda "fecunda y colaborativa".

Su ideario en favor de la ecología, de un cambio en la cadena de producción para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los ciudadanos o su intención de acabar con el artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar proyectos de ley sin debate parlamentario, volvió a ocupar el estrado.

Junto a esas medidas, una mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones y una política migratoria menos restrictiva frente a las propuestas de la derecha y la extrema derecha, que "escogen" a sus inmigrantes.

Hamon deseó un nuevo tratado presupuestario comunitario y una mayor cooperación militar y financiera para poder defender las fronteras y luchar contra la "hostilidad" del presidente estadounidense, Donald Trump, y la "fragilidad de un proyecto europeo que no tiene realmente una agenda que lo impulse".

"Vamos a volver a ser una izquierda de combate", prometió, en una intervención en la que dudó que la candidatura del conservador François Fillon pueda sostenerse por la polémica en torno a supuestos empleos ficticios de su mujer y dos hijos, y calificó a Macron de "híbrido" de la derecha.

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