El líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S) italiano, el cómico Beppe Grillo, dio ayer otro portazo a la posibilidad de una pronta salida del bloqueo político que vive Italia tras las elecciones, al rechazar también la opción de apoyar un nuevo Ejecutivo tecnócrata. Grillo, quien ha sabido acaparar casi toda la atención tras las elecciones por resultar "a priori" clave para la gobernabilidad en el Senado, definió a Monti como una "enorme hoja de parra" utilizada por el Partido Demócrata (PD) de Pier Luigi Bersani y por el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi desde noviembre de 2011 para no asumir su responsabilidad de gobierno.

Así las cosas, todo vuelve a empezar de cero en Italia, que hoy tiene en agenda una de las citas políticas más importantes que ha habido hasta ahora tras los comicios generales, ya que se reúne en Roma la Dirección Nacional del Partido Demócrata, en la que está previsto que Bersani ilustre los ocho puntos programáticos con los que piensa acudir a pedir el voto de confianza en la sesión de investidura en el Parlamento, incluido el Senado, donde cuenta con 123 de los 315 escaños.

El programa que el líder del PD tiene en mente consta de una ley anticorrupción, otra sobre el conflicto de atribuciones de los cargos públicos, la reforma de los costes de la política, de los derechos sociales y de los partidos, medidas para fomentar el trabajo, sobre la educación y en materia de economía sostenible.

A la reunión del PD Bersani no llega en la situación soñada, pues tras los decepcionantes resultados se ha incrementado la presión de quienes, dentro del partido, cuestionan su liderazgo y apuestan por la renovación de quien fue su rival en las primarias, el alcalde de Florencia Matteo Renzi, quien ayer se reunió en Roma con el primer ministro en funciones, Mario Monti.

Ante las continuas especulaciones surgidas sobre el escenario actual, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, divulgó un comunicado en el que explica que es "difícil" anticipar la convocatoria de los parlamentarios electos antes del próximo 15 de marzo, dado que debe quedar aún margen para preparar las consultas con los distintos grupos para formar Gobierno.

La prensa italiana sigue especulando con las posibles salidas a esta situación y lanza la posibilidad de que finalmente Bersani gobierne sin mayoría absoluta en el Senado, pero que en la recámara se tenga una figura prestigiosa que, al estilo Monti, pueda hacerse cargo de un Ejecutivo tecnócrata si éste cae.