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Livingstone y Johnson: el laborista combativo y el 'tory' irreverente que luchan por la Alcaldía de Londres

  • El ex alcalde y el actual, de trayectorias tan dispares como sus políticas, libran una batalla que podría marcar el rumbo del Reino Unido en los próximos años.

Ken Livingstone, candidato laborista a la Alcaldía de Londres, es un combativo y enérgico político que durante años cautivó a los londinenses y que ahora se enfrenta al reto de reconquistarles. Tras perder por poco las elecciones de 2008 frente al conservador Boris Johnson, Livingstone se ha dedicado en cuerpo y alma a preparar su regreso al Ayuntamiento, al que considera "el mejor trabajo del mundo". Con vistas a recuperar la Alcaldía, este laborista de 66 años ha dirigido una populista campaña en la que prometió abaratar el caro transporte público y congelar la tasa de circulación en el centro de Londres, que él mismo introdujo en 2003.

Una trifulca televisiva con Johnson por sus arreglos fiscales, en la que se confirmó que había creado una empresa para canalizar sus impuestos, ha dañado la imagen de Livingstone, cuya cercanía con la City (centro financiero londinense) ya socavó sus opciones hace cuatro años. Quien en su juventud fuera Ken El Rojo, criticando a diario los recortes de la entonces primera ministra tory Margaret Thatcher, es visto ahora como un político de carrera que trocó por pragmatismo algunos de sus antiguos ideales. Sin embargo, su carisma y don de gentes, así como su innegable pasión por Londres -su ciudad natal-, le presentan también como un hombre cercano, capaz de conectar con la clase obrera en la que él mismo se inscribe. Aunque con dificultad pueda abanderar el cambio, Livingstone sigue siendo el referente del Londres liberal y multicultural.

Provocador y contestatario, conquistó por primera vez la Alcaldía de la ciudad cuando esta se restituyó en 2000 y lo hizo como independiente, ya que el Partido Laborista le había expulsado por oponerse a su candidato oficial. En 2004, readmitido por esta formación, revalidó el cargo, que perdió en 2008 frente a su histriónico rival tory.

Pero la carrera política del veterano socialista empezó mucho antes, cuando se afilió al Laborismo en 1968. Nacido en Lambeth en 1945, hijo de una acróbata y un marinero, Ken Livingstone trabajó ocho años como técnico en un centro contra el cáncer antes de hacerse maestro en 1973. Paralelamente, había empezado su carrera en política municipal como concejal en la junta de distrito de Lambeth para convertirse, en la década de los 70, en miembro del entonces llamado Consejo del Gran Londres, que lideró desde 1981 hasta que Thatcher abolió la institución en 1986.

Durante esa primera etapa como primer edil, Livingstone acaparó titulares al rechazar una invitación a la boda del príncipe Carlos y Diana e invitar al consistorio a los líderes del Sinn Fein (el antiguo brazo político del IRA) en los años más duros del terrorismo. Los londinenses aún recuerdan las pancartas que este hombre de voz aguda y característico traje color beige colocaba sobre el Ayuntamiento, situado entonces frente al Parlamento, para recordar a la Dama de Hierro las cifras de paro en la capital.

Tras eliminar Thatcher el Consejo, fue diputado en la Cámara de los Comunes y miembro de la Ejecutiva Laborista hasta que, en 2000, el Gobierno de Blair restauró la institución municipal londinense y Livingstone se presentó a alcalde. Durante su época en el consistorio, introdujo audaces medidas que se probaron populares, como la tasa de circulación por el centro para reducir la congestión viaria y la contaminación, y reformó la Policía. Su tensa relación de entonces con la cúpula del Nuevo Laborismo que encarnaba Tony Blair se evidenció con su oposición a la guerra de Iraq y a la subida de las tasas universitarias. Sin embargo, para el actual Partido Laborista, liderado por Ed Miliband, sería un regalo que Livingstone ganara las elecciones de este jueves, ya que allanaría el camino con vistas a recuperar el poder en las legislativas de 2015.

Boris Johnson, el 'tory' irreverente de la bicicleta

Con su despeinado pelo rubio y su inseparable bicicleta, Boris Johnson, el alcalde conservador de Londres, es para unos un político simpático y para otros un bufón, pero a pocos deja indiferente. Las encuestas dan a Johnson una ligera ventaja para ser reelegido frente al candidato laborista, Ken Livingstone, en las municipales de este jueves. Con fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más acérrimos enemigos políticos, Johnson, de 47 años, es el típico tory británico: partidario del Estado pequeño y de la mínima intervención estatal en los sectores de la sociedad, y defensor de las tradiciones del país.

Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació el 19 de junio de 1964 en Nueva York, pero su familia regresó poco después al Reino Unido. Sus orígenes no son puramente británicos, ya que su bisabuelo por parte de padre fue un periodista llamado Ali Kemal que sirvió en el Gobierno de Ahmed Pasha, gran visir del Imperio Otomano. Aunque se ha educado en los mejores colegios británicos y tiene un acento inglés muy asociado a las clases privilegiadas, Johnson ha conseguido romper un poco esa imagen clasista para ganarse los votos de una capital que, por su diversidad, está más asociada al Laborismo.

"Boris", como le llama todo el mundo y como le grita la gente en la calle cuando lo ve montando en su bicicleta, estudió en el exclusivo colegio secundario de Eton y Humanidades en el Balliol College de la Universidad de Oxford, antes de ser periodista y escritor. Junto con el primer ministro británico, David Cameron, y el titular de Economía, George Osborne, que estudiaron en la misma Universidad, Johnson fue miembro del Bullingdon Club de Oxford, una asociación estudiantil famosa por sus ruidosas fiestas y porque los jóvenes destruían comedores para hacerse cargo después de los gastos de reparación.

Más popular y carismático que Cameron, Johnson fue periodista de medios conservadores como los diarios The Times (fue despedido por inventarse una cita) y The Daily Telegraph, y director del semanario Spectactor. Pero se hizo famoso como moderador del popular programa de televisión Have I got news for you? (¿Tengo noticias para ti?), en el que los invitados debaten con mucho humor las noticias de la semana y juegan con titulares de los periódicos.

En 2001 entró en política al ser elegido diputado por Henley-on-Thames, la más a la derecha de las circunscripciones conservadoras de Inglaterra. Desde entonces, su carrera política ha sido meteórica. Fue portavoz de las Artes bajo el liderazgo conservador de Michael Horward y después responsable de Educación Superior con Cameron. Dada su creciente popularidad, el Partido Conservador -que llevaba en la oposición desde 1997- vio rápido en Johnson una oportunidad y lo presentó como candidato tory a la alcaldía de Londres en 2007, venciendo un año después a Livingstone.

Tras asumir la alcaldía, Johnson prohibió el consumo de alcohol en el transporte público de Londres, medida que horas antes de su entrada en vigor fue marcado por mucha gente subiendo borracha a los autobuses y trenes, lo que motivó la detención de varias personas. También puso otra vez en las calles el Routemaster, el autobús rojo de dos pisos que Livingstone había retirado por razones de seguridad. Este apasionado del ciclismo estableció, al igual que en otras ciudades europeas y con el fin de reducir el tráfico, el sistema de bicicletas públicas que, previo pago, se pueden retirar y dejar en distintos puntos de Londres.

En su actual campaña electoral, el político conservador promete crear unos 200.000 puestos de trabajo, si bien reconoce que es una misión difícil teniendo en cuenta que el país está en recesión. Además, quiere convencer a Cameron y a Osborne para que el Gobierno central invierta más en Londres teniendo en cuenta que la ciudad genera más Producto Interior Bruto (PIB) que el que recibe.

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