El Ministerio del Interior no ve motivos objetivos de que España pueda ser escenario de un atentado yihadista inminente tras el de en París, pero ha decidido elevar el nivel de alerta antiterrorista para blindar las infraestructuras críticas y proteger lugares y personas más susceptibles de sufrir una acción terrorista.

Apenas cinco horas después del atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, convocaba a los jefes de la lucha antiterrorista para analizar la situación.

Fernández Díaz ya había hablado antes con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, para trasladarle su solidaridad y ofrecerle toda la colaboración de España para esclarecer los hechos, y estuvo en permanente contacto con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Con toda la información disponible y el análisis de los servicios de inteligencia, Interior ha decidido elevar el nivel del 2 con intensidad alta actual al 3 con intensidad baja. En total España cuenta con cinco niveles de alerta, cada uno de ellos con dos grados de intensidad, alto y bajo. Una de las medidas será una mayor vigilancia de las infraestructuras críticas, es decir, las que facilitan los servicios esenciales a los ciudadanos, como instalaciones de energía eléctrica o los transportes, como estaciones de tren y aeropuertos. Fentes policiales indicaron que Madrid verá reforzada su seguridad con el despliegue de cinco grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, integrados por unos 250 agentes, cien de ellos procedentes de otras provincias.

Unas trescientas personas, entre ellas numerosos periodistas y dirigentes políticos, se concentraron anoche ante la Embajada de Francia en Madrid al grito de "¡Libertad de expresión!".