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Guillermo Fariñas alaba a España por su apoyo a los presos políticos cubanos

  • El periodista disidente califica la excarcelación de una victoria y espera que la democracia sea instaurada en la isla

El disidente cubano Guillermo Fariñas, que abandonó el jueves la huelga de hambre y sed que mantenía hace más de cuatro meses, cree que la "solidaridad" mostrada por España ha sido una de las razones "más importantes" para que el Gobierno de Cuba haya accedido a liberar a 52 presos políticos, la mayor excarcelación de disidentes desde 1998.

"La solidaridad que ejerció el pueblo español con respecto a la situación de los presos políticos cubanos fue una de las cosas más importantes para lograr que las personas que ejercen el totalitarismo en Cuba se dieran cuenta de que era hora de dar un paso y cambiar," indicó en una entrevista a Radio Nacional de España recogida por Europa Press.

Fariñas, periodista independiente de 48 años, dijo que ha tomado la decisión de suspender su huelga de hambre para "desatarle las manos a quienes están negociando" con las autoridades cubanas, entre ellos la Iglesia Católica cubana y el Gobierno de España. "Hay que darle un margen de credibilidad al Gobierno de Cuba. Ésta es ya una puerta que se abrió y que no se va a poder cerrar nuevamente", señaló.

El opositor cubano comenzó su protesta el pasado 24 de febrero para exigir la liberación de los 26 presos políticos y de conciencia que se encuentran más enfermos. Según cifras de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, en la isla permanecen encarcelados un total de 167 prisioneros políticos.

Fariñas habló con al menos cuatro de los cinco presos políticos liberados que llegarán a España, en concreto con el periodista Pablo Pacheco Ávila, con el doctor José Luis García Paneque, con el también médico Luis Milán Fernández, y con el activista Lester González Pentón. "Me llamaron para despedirse. Donde quiera que ellos vayan van a seguir luchando por hacer democracia en Cuba", aseguró. "Esperamos poder volver a abrazarnos alguna vez aquí, en democracia".

Tras 135 días en huelga de hambre, Fariñas ingirió sus primeros sorbos de agua, pero no podrá comenzar a tomar alimentos sólidos hasta dentro de 30 días, según las indicaciones de los médicos. No obstante su vida sigue corriendo peligro por un coágulo en la yugular que, de desprenderse, podría causarle una muerte súbita. Además, registra 38,5º de fiebre por una infección bacteriana en su pierna derecha.

A pesar de su débil estado de salud, dijo sentirse satisfecho. "Si al final morimos será con la satisfacción de que nuestros hermanos de lucha e ideas van a ser liberados", afirmó. Fariñas añadió que seguirá trabajando junto al resto de la disidencia cubana para conseguir que la democracia sea instaurada en la isla.

Además, aseguró que "quien ganó fue Cuba. Es importante que aprendamos a perdonar y disculpar a quienes ahora nos reprimen. Luchamos para que no haya derramamiento de sangre alguno, para que esto sea como en España", en referencia a la transición democrática llevada a cabo en España tras el franquismo. "Vamos a seguir luchando de manera no violenta por la democracia. Cuba es de todos los cubanos. No de los castristas ni de los anticastristas, Cuba es de todos los cubanos", apostilló.

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