El fiscal de Nueva York Cyrus Vance evalúa si debe dejar caer la acusación de intento de violación que pesa sobre el ex director del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, por las crecientes dudas acerca de la credibilidad de la presunta víctima, informó hoy el diario The Wall Street Journal.
Al parecer, la decisión es demorada por al abogado de la camarera del hotel Sofitel de Nueva York presuntamente atacada sexualmente, Kenneth Johnson, quien acusa a Vance de no ser equitativo y de haber tomado partido. Es por eso que Johnson permite un acercamiento muy limitado de la fiscalía a la víctima, de 32 años, oriunda de Guinea, y que habla poco inglés. Johnson acusa a la fiscalía de haber intimidado e insultado a su cliente en interrogatorios.
En un escrito, Johnson pidió la semana pasada a Vance que se retirara del caso contra Strauss-Kahn ya que la fiscalía filtró información a los medios "que pone en duda la acusación" (de la camarera) contra el ex director del FMI.
Debido a las dudas en torno a las contradicciones de la camarera, la fiscalía pidió recientemente levantar el estricto arresto domiciliario de Strauss-Kahn. Desde entonces, éste puede moverse libremente por Nueva York, pero no puede abandonar Estados Unidos.
La camarera acusa a Strauss-Kahn de haberse tirado encima de ella desnudo en su suite el 14 de mayo y de haberla forzado a practicarle sexo oral. La mujer es oriunda de un pueblito aislado en África occidental y se quejó varias veces en los interrogatorios por parte de la fiscalía sobre el traductor, que según dijo conocía muy poco del idioma de su etnia. Además de sus supuestas contradicciones en las declaraciones también causaron sospecha su estrecha relación con un preso así como la transferencia de miles de dólares a su cuenta.
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