La Presidencia checa de la UE pidió ayer disculpas a los países europeos que se han sentido ofendidos por el mural colocado en el atrio de la sede del Consejo de Ministros europeos, pero defendió su continuidad como ejemplo de la libertad de expresión.

El viceprimer ministro checo, Alexandr Vondra, recalcó en rueda de prensa que la obra, bautizada Entropa, "nunca pretendió ser la visión que la República Checa tiene" de sus socios europeos sino "una provocación", y reconoció entender que algún país haya podido sentirse muy ofendido.

"Sólo es arte", indicó, "ni más ni menos", y agregó que "el arte es libertad, la libertad de expresión es un principio fundador de la democracia europea".

La República Checa sorprendió esta semana a sus socios comunitarios con un gran panel en el que los países figuran representados mediante estereotipos, algunos de ellos hirientes.

Además, las autoridades checas han reconocido que han sido víctimas de un engaño. Según admitió Vondra, el creador de la obra, el artista checo David Cerny, inventó la identidad de los otros 26 artistas, uno por estado, que aparecían como colaboradores. El representante checo explicó que la condición pactada con el artista era que colaborara con él un autor de cada país de la UE, con su visión crítica o irónica.

Vondra se mostró dispuesto a retirar aquellos elementos que más hayan podido ofender.

Aunque la instalación ha recibido muchas críticas, de momento sólo las autoridades de Bulgaria han trasladado una protesta diplomática en toda regla, ya que su país aparece plagado de tazas turcas (retretes).

El viceprimer ministro apuntó que la obra describe "estereotipos, clichés", los cuales constituyen "barreras para la integración y la cooperación en Europa", unos escollos que "podemos empezar a eliminar" a través del análisis. En el inmenso puzle, por ejemplo España aparece cubierta de hormigón (por el boom de la construcción), Italia es un gran campo de fútbol y Francia exhibe un enorme cartel que reza Huelga. Del resto, sobre Estonia cuelgan una hoz y un martillo modernizados y en Lituania unos soldados orinan hacia la frontera con Rusia. Holanda está plagada de mezquitas, Suecia es una caja de Ikea, Rumanía el paraíso de Drácula y el Reino Unido está vacío para censurar su euroescepticismo.

Vondra se disculpó en especial ante Bulgaria y aseguró que retirará su parte del mural si insisten las autoridades de Sofía. Pero destacó las "reacciones positivas" del público, que se comporta "como suele hacerlo cuando acude a una exposición de arte: miran, analizan, discuten no sólo sobre su propio país, sino también sobre los otros".

Por su parte, Cerny también pidió disculpas a su Gobierno y a los países "insultados" por la obra artística, especialmente a Bulgaria en un momento en que sufre las consecuencias de los cortes del suministro de gas ruso, aunque aseguró que su intención no fue ofender. También aseguró que los costes no serán sufragados con dinero público.

Otro colaborador de Cerny, el artista Tomasz Pospizyl, explicó que concibieron el mural Entropa hace un año con la idea de que fuera "un engaño que necesariamente tenía que ser descubierto" y que debía dar pie a la discusión.

Los artistas indicaron que su intención era reírse "del arte en sí mismo" y que la obra es "una sátira, una caricatura de Europa". Pospizyl indicó además que, más que por la obra, debían pedir perdón por la manera en que tuvieron que "engañar al Gobierno checo".