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Duras críticas demócratas al calendario de retirada de Iraq

  • Importantes líderes del partido de Obama no comprenden la necesidad de dejar a 50.000 soldados en el país árabe mientras los republicanos alaban la iniciativa

Estados Unidos se retirará de Iraq, como prometió Barack Obama durante su campaña presidencial, aunque no con suficiente rapidez para los demócratas, quienes no han recibido con agrado el mantenimiento de una "fuerza residual" de 50.000 soldados después de agosto de 2010.

"No veo justificación para que haya 50.000 militares en Iraq", declaró en televisión la presidenta de la cámara de Diputados, Nancy Pelosi, cuando Obama acababa de presentar su calendario de retirada de Iraq. "Yo creo que un tercio de esa cifra, quizá 15.000 o 20.000 hubieran sido suficientes", aseguró.

Pelosi confirmó más tarde en un comunicado que deseaba que la cantidad de militares se mantuviera "lo más baja posible".

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, declaró por su parte al New York Times que no esperaba una cifra tan elevada aunque reconoció que "tenemos que preservar en Iraq todas las fuerzas necesarias para la seguridad de nuestros militares todavía en el lugar, y de los iraquíes".

El senador demócrata Robert Menéndez, quien había votado en 2002 contra la guerra en Iraq, se declaró "inquieto" por el volumen del contingente que quedará en el país árabe después de agosto de 2010. El ala más izquierdista del partido demócrata manifestó su descontento: "No se pueden dejar tropas para operaciones militares en un país extranjero al tiempo que se llama a terminar la guerra".

Con su calendario de retirada de las tropas de combate en 19 meses, Barack Obama, uno de los escasos demócratas que se opusieron a la guerra desde el principio cumple su promesa un poco más lentamente de lo que había prometido (16 meses) durante la campaña electoral.

El ánimo de los demócratas, que hicieron campaña para la retirada de las tropas, augura futuras tensiones entre la Casa Blanca y el Congreso.

Sin embargo, este desacuerdo no afecta a la oposición republicana, que alaba el plan de Obama. Este plan "no está desprovisto de riesgo", dijo el viernes el senador John McCain, ex candidato a la presidencia y rival de Obama, haciendo referencia a la fragilidad de Iraq, "pero creo que el plan del presidente es razonable".

En la Casa Blanca, las críticas de los demócratas en el Congreso fueron tomadas con tanta seriedad que los principales líderes demócratas fueron invitados, junto con los republicanos, a un encuentro con el presidente el jueves por la noche. Sin embargo, según la prensa, no salieron de allí demasiado convencidos.

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