Un total de 68 personas fueron detenidas en disturbios registrados ayer en Santiago de Chile, informó la Policía, que calificó de "aislados" los incidentes.

Grupos de manifestantes mantenían barricadas a primeras horas de la mañana en algunos puntos de la capital chilena, coincidiendo con la conmemoración del 40 aniversario del golpe que Augusto Pinochet encabezó el 11 de septiembre de 1973 para derrocar al Gobierno de Salvador Allende.

Según precisaron posteriormente fuentes de la Fiscalía, 17 de los detenidos pasaron a disposición judicial, 16 de ellos acusados de desórdenes y una mujer de 21 años sorprendida portando una bomba incendiaria.

Los incidentes, según la Policía, se concentraron en las cercanías de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en el municipio de Independencia, y del Colegio Latinoamericano de Integración, en el sector de Providencia, en los que grupos de manifestantes se enfrentaron con carabineros

No obstante, las autoridades calificaron la jornada de tranquila. "Hasta este momento el balance ha sido muy positivo en relación a lo que se esperaba", dijo el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien agregó que todas las ciudades de Chile "están desarrollando sus actividades de forma completamente normal".

"Ha habido menos incidentes que los que esperábamos", declaró, por su parte, el general de Carabineros Rodolfo Pacheco, que calificó de "aislados" los disturbios. "Carabineros tiene desplegados más de 8.000 funcionarios para evitar desmanes, y no puede ser que por 50 delincuentes se paralice todo un país", sostuvo.

Tres vehículos particulares fueron incendiados en los municipios de Peñalolén, La Granja y La Pintana. Durante la madrugada, además, siete colegios de Santiago fueron ocupados por grupos de alumnos, aunque sus dirigentes señalaron que serían abandonados más tarde de forma pacífica.

"La única forma de conmemorar este 11 de septiembre es con organización y lucha, porque nos encontramos en un contexto donde la represión contra los estudiantes ha sido grandísima", dijo Isabel Salgado, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces).

Por otro lado, miles de personas marcharon ayer frente al monumento de Allende. "Es un referente universal, no hay un lugar en un país del mundo donde no se haga un testimonio de afecto, de recuerdo y homenaje a su figura", dijo una de sus hijas, la senadora Isabel Allende.

Los asistentes, en calma y durante dos horas, depositaron cientos de flores en la estatua del ex mandatario, a un lado del palacio de La Moneda, bombardeado el 11 de septiembre de 1973.

La presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, subrayó a los presentes la importancia de que hoy en Chile exista plena conciencia de los crímenes de la dictadura.

Mientras, en La Moneda, el presidente Sebastián Piñera instó a los chilenos a construir un país reconciliado. "No tenemos derecho como generación a traspasar a nuestros hijos y nietos los mismos odios y las mismas querellas que tanto dolor causaron", dijo.

Piñera, quien no logró que ningún dirigente opositor asistiera a los actos del Gobierno, insistió en la idea de la reconciliación. "Sin verdad y justicia, toda reconciliación se construye no sobre roca, sino sobre arena", argumentó el líder de la derecha, sector que fue el sostén político de la dictadura y que por años cuestionó que se juzgara a los responsables de violaciones a los derechos humanos.