El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

Mundo

Clegg da la sorpresa en el primer debate electoral televisado en el Reino Unido

  • El candidato liberal-demócrata se impone al laborista Brown y al conservador Cameron. Clegg aprovechó su oportunidad para presentarse ante el gran público y fue quien mejor vendió su candidatura.

Los tres hombres, vestidos de traje oscuro, se sonríen respetuosamente. Entre el público no se escucha ni el vuelo de una mosca y al final nadie tiene muy claro si se puede o no aplaudir. El primer debate electoral televisivo de la historia británica ha transcurrido con el estilo británico más exquisito, prestando más atención a los contenidos que al lenguaje corporal.

Aun así, es cuestionable que el primer ministro laborista, Gordon Brown, y sus contrincantes, el tory David Cameron y el liberal-demócrata Nick Clegg hayan avivado el interés por la campaña con su actuación ante las cámaras. Los espectadores consideraron que el debate fue lento, aburrido y demasiado planeado. Desde hace semanas los medios británicos apenas informan de otra cosa que no sea la campaña electoral para los comicios del próximo 6 de mayo. Todos los partidos presentaron la semana pasada sus programas con gran pompa, pero entre los electores reina la indiferencia.

Este debate, planeado durante meses, debía suponer un cambio. Se fijaron más de 70 reglas sobre quién podía hablar en cada momento. El público no podía aplaudir. Pero aunque el moderador calificó una y otra vez el programa de "momento histórico", el ánimo no fue el esperado y en lugar de los 30 millones de telespectadores esperados, sólo convocó a diez. Desde hace décadas se intentaba organizar un debate electoral televisado, pero hasta ahora los diferentes premiers siempre se habían negado.

Brown ha sido el primero en aceptar un debate y no tiene por qué lamentarlo. Aunque los espectadores le dieron la peor nota de entre los tres, su actuación fue mejor de lo esperado. Por el contrario, el tory David Cameron, que normalmente suele llevarse bien con las cámaras, no cumplió con las expectativas. Desde hace meses, el conservador encabeza las encuestas y hasta hace poco parecía que los laboristas no tendrían ninguna posibilidad de conseguir la reelección.

Mientras Brown y Cameron se atacaban amablemente, el tercer contrincante en liza gozó de una atención inesperada. Nick Clegg utilizó su oportunidad para presentarse ante el gran público y fue quien mejor vendió su candidatura. Todas las encuestas consideran que fue el ganador del debate y los comentaristas celebraron su ascenso. "Aquí llega el outsider", tituló The Times, mientras The Independent aseguraba que "Clegg ha crecido".

Clegg jugó su carta más poderosa, la que podría convertirle en punto clave para la formación de gobierno. Si ninguno de los otros dos candidatos consigue la mayoría absoluta en las elecciones, su posible cuota del 20 por ciento podría resultar decisiva. El liberal demócrata no dejó claro durante el debate si es más proclive a apoyar a Brown o a Cameron, sino que se mostró como alternativa, sobre todo después de los escándalos relacionados con las dietas de los parlamentarios.

Hasta las elecciones aún quedan tres semanas y dos debates más. Los tres candidatos recorrerán además el país a la caza y captura de votos, en un intento por superar la baja participación, ya crónica.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios