El presidente venezolano, Hugo Chávez, cuenta con el 49,4% de intención de voto ante el 39 para el opositor Henrique Capriles y un 11,6% de indecisos, según un sondeo de la reputada firma Datanálisis difundido ayer, el último que publicará antes de las elecciones del 7 de octubre.

Las cifras reflejan que el candidato opositor redujo la brecha ante Chávez de 20,4 a 10,4 puntos porcentuales entre mayo y septiembre, dijo el presidente de la encuestadora, Luis Vicente León, agregando que "el único candidato que ha crecido es Capriles" y que todos los escenarios "están abiertos".

León destacó además que esa distancia se redujo en 4,9 puntos desde agosto y agregó que la decisión que tomen los indecisos restantes será determinante para el resultado final en las elecciones.

El porcentaje de indecisos era de 21,5 en mayo y según este sondeo, realizado entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre, un 83,6% de los que se decidieron desde entonces se decantaron por Capriles.

De mantenerse esa tendencia "habría un empate técnico" en los comicios, dijo León, aunque también es posible que ese 11,6% se reparta a partes iguales y Chávez "gane con una ventaja de 11,8 puntos", señaló.

La encuesta fue realizada entre 1.600 personas, en hogares, con un margen de error muestral de 2,4% y un 95% de confianza.

Chávez, de 58 años y en el poder desde 1999, busca ser reelecto para un tercer mandato consecutivo frente a Capriles, de 40 años y ex gobernador del rico estado Miranda (norte).

Por otro lado, Capriles, dijo el lunes que va a "cerrar" la etapa de Chávez en un acto en Barinas, la tierra natal del presidente, quien a su vez aseguró que su triunfo "está escrito" y llamó a sus seguidores a "arremeter con más fuerza".

A 13 días para las elecciones, ambos candidatos estrenaron la semana con recorridos por el país: Capriles con su pueblo por pueblo en Vargas (centro) y Barinas (suroeste); y Chávez siguiendo la visita que inició el viernes por el oeste de país en Portuguesa.

"Yo vengo a Barinas a cerrar esta etapa", manifestó Capriles desde la capital de ese Estado, al señalar la "contradicción" de que Chávez permita que su tierra natal sea la que tiene "la mayor pobreza de toda Venezuela". "El que se olvida de su tierra natal no tiene derecho a seguirla gobernando y el pueblo de Barinas tiene la llave para abrir ese candado. Aquí vengo a comprometerme con los pobres de Barinas en que hay un camino para ir hacia delante", subrayó.

El líder opositor señaló que la situación de Barinas, gobernada por el hermano del mandatario, Adán Chávez, prueba que este Gobierno se basa en la "cháchara" y en "promesas que no se cumplieron". "El 7 de octubre, la decisión que vamos a tomar es si queremos estar donde estamos o queremos un futuro mejor", indicó.

Capriles denunció en su visita al Estado costero de Vargas, aledaño a Caracas, que el oficialismo mandó "a un grupito a tratar de generar choque, tratar de insistir con la división, con la pela". "Cómo se nota que después de 14 años dejaron de leer lo que piensa nuestro pueblo, el pueblo está cansado de eso", se lamentó al asegurar que él no tiene "odio contra nadie".

Por su parte, el presidente Chávez, dijo ayer desde Portuguesa que "está escrito" que conseguirá su tercera reelección, pero hizo un llamado para no bajar la guardia.

"Está escrito, lo grita la sabana de Portuguesa, ¡Gana Chávez el 7 de octubre! (...) También se lo podemos decir cantando, con arpa o con guitarra, como quieran, pero el verso es uno solo: gana Chávez el 7 de octubre", exclamó el mandatario en un multitudinario mitin en la ciudad de Acarigua.

Convencido de conseguir en las urnas un 70% de los votos frente a Capriles, el presidente insistió en realizar la "campaña perfecta" y sumar a su proyecto los "sectores desmotivados o las personas que pudieran estar defraudadas por alguna razón". "No bajemos la guardia, todo lo contrario. Vamos a redoblar el paso y a arremeter con más fuerza todos los días que nos quedan de batalla hasta el 7 de octubre", manifestó.

Chávez volvió a criticar la campaña de Capriles y aseguró que, de ganar, la oposición privatizaría la educación, la salud y acabaría con los programas sociales, conocidos como misiones.

Casi 19 millones de venezolanos están convocados votar en los comicios, en los que se utilizará un sistema automatizado de voto.