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Bruselas enfría el plan de Londres para evitar la frontera en Irlanda

  • La UE rechaza la última propuesta de May y Barnier critica al Reino Unido ya que debe "asumir las consecuencias" del 'Brexit'

El jefe negociador de la Comisión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, enfrió ayer las propuestas británicas para un plan de contingencia en el que todo el Reino Unido siga en la unión aduanera temporalmente tras el periodo de transición y hasta que haya un acuerdo sobre la relación futura. Aunque insistió en que no se trata de un rechazo absoluto a la propuesta publicada el jueves -"las discusiones continúan"-, Barnier fue tajante en afirmar que una solución "factible" para un territorio del tamaño de Irlanda del Norte "no lo es necesariamente para el conjunto del Reino Unido", como planteó Londres el jueves.

"El plan de contingencia no puede extenderse al Reino Unido en su conjunto porque ha sido diseñado para la situación específica de Irlanda del Norte", zanjó Barnier, quien criticó además que Londres caracterice este plan como "temporal" y se preguntó "cómo encaja" esa descripción con la necesidad de garantizar que no haya una frontera restrictiva en cualquier circunstancia, la posición que han defendido tanto la República de Irlanda como la UE en su conjunto. "Hay que volver al pragmatismo. Los controles a los barcos causan menos problemas que los controles en una frontera terrestre de 500 kilómetros", afirmó Barnier.

El francés se refirió a la propuesta europea de mantener el mismo "alineamiento regulatorio" en toda la isla irlandesa y establecer la "frontera" en las aguas que los separan del resto del país en lugar de a través de una línea terrestre. La Comisión Europea propuso esta idea en febrero, aunque se encontró con la oposición frontal de Theresa May, que alegaba que esta disposición amenazaba "la integridad constitucional del Reino Unido".

"Parece que el Reino Unido quiere mantener todos los beneficios de la relación actual, pero saliendo de nuestro marco reglamentario, de nuestro marco de supervisión común y de su puesta en marcha", criticó ayer Barnier, quien se refirió a todas las propuestas británicas como "una forma de continuidad" respecto a su situación actual como Estado miembro. Instó a Londres a "asumir las consecuencias" del referéndum de 2016 por el cual se aprobó el Brexit y dijo que no se dejará intimidar por el "juego de acusaciones" de los dirigentes británicos que atribuyen al bloque europeo la responsabilidad sobre la decisión de abandonar la UE.

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