El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, mediaba con su homólogo turco, Recep Tayip Erdogan, para que apoye al candidato danés a la secretaría general de la OTAN cuando sorprendió este sábado al romper el protocolo y ausentarse de una ceremonia solemne de la Alianza para hablar por el móvil.

La negativa turca a aceptar al candidato que de consenso del resto de los aliados, el danés Anders Fogh Rasmussen, está marcando la Cumbre del 60 aniversario de la Alianza, en la que pretenden anunciar al sucesor de Jaap de Hoop Scheffer, que finaliza su mandato el 31 de julio.

Según fuentes diplomáticas italianas, Berlusconi trataba de superar las reticencias turcas cuando bajó del automóvil oficial hablando por el móvil y se apartó para continuar su conversación en lugar de saludar a la canciller alemana, Angel Merkel, que recibía al resto de los líderes de la OTAN.

Debido a las actitudes algo extravagantes de las que a veces hace gala del presidente italiano, había desatado todo tipo de especulaciones sobre su interlocutor telefónico.