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Berlusconi achaca el 'caso Ruby' a una conspiración

  • En un comunicado, el primer ministro italiano hace hincapié en que existe una persecución judicial contra él para "eliminarle" de la escena política

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que con el caso Ruby R., la joven de origen marroquí que acudió a varias de sus fiestas privadas cuando era menor de edad, se ha superado todo límite en los múltiples "teoremas" conspirativos contra su persona.

En un comunicado de la Presidencia del Gobierno italiano divulgado, el mandatario insiste en que existe una persecución judicial contra él, que tiene su última expresión en la investigación abierta por la Fiscalía de Milán por incitación a la prostitución de menores y concusión.

"Nos encontramos ante el enésimo teorema construido a propósito para echar fango sobre mi persona y sobre mi papel institucional en el intento, ilusorio, de eliminarme de la escena política. Pero esta vez se ha superado todo límite. El fango le volverá a quien usa la Justicia como arma política", afirma Berlusconi.

"Esta nueva maquinación judicial, aunque es potente y ha sido ampliada por el habitual circuito mediático, no conseguirá detenernos ni apartarnos de nuestro compromiso de cambiar el país. Tampoco lo conseguirán esta vez", agrega.

En el comunicado, el primer ministro, quien tiene pendientes dos juicios en Milán, así como una audiencia preliminar en la misma ciudad que puede suponer su tercer procesamiento, denuncia los diecisiete años de persecución judicial que, según él, viene sufriendo.

Nunca en estos años "ningún fiscal de Milán había llegado a dar la vuelta, de modo tan inverosímil y grotesco, a la realidad de los hechos, las garantías constitucionales y el Estado de derecho", denuncia Berlusconi.

"Han sido objeto de escuchas durante meses, de manera sistemática, todos aquellos que han osado a traspasar la verja de mi residencia privada de Arcore, como si ser invitado del presidente del Gobierno constituyera en sí un grave indicio de delito", añade.

El primer ministro asegura que todas las declaraciones que la Fiscalía de Milán ha recogido en su investigación, que desde el pasado diciembre tiene a Berlusconi en su lista de indagados, no tienen ninguna relevancia penal y que se han llevado a cabo registros pasando por encima "de toda norma, de todo código, del uso equilibrado de los instrumentos judiciales".

La hipótesis de delito de concusión se centra en la intervención telefónica de Berlusconi el 27 de mayo de 2010 para que sacaran de comisaría por un pequeño robo a Ruby R., que tenía entonces 17 años y que, según la Fiscalía milanesa, acudió a su residencia de Arcore, situada a las afueras de Milán, en más de una ocasión.

En cuanto a la incitación a la prostitución de menores, esta hipótesis de delito se centra en la presencia misma de la joven en varias ocasiones en Arcore, donde pudo recibir varios regalos del mandatario, en las que la joven asegura que siempre dijo tener 24 años, y sobre las que la Fiscalía cree que hubo encuentros sexuales.

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