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Batacazo electoral de los conservadores británicos

  • Los laboristas han conseguido más de 800 nuevos concejales en todo el país gracias al castigo que los ciudadanos han dado en las municipales a la coalición gobernante.

La coalición gobernante en el Reino Unido, integrada por conservadores y liberaldemócratas, sufrió un duro varapalo en las elecciones municipales del jueves, si bien la probable victoria tory en Londres puede evitar males mayores. Los laboristas han logrado 75 de los 181 municipios en juego en Inglaterra, Escocia y Gales. Han recuperado Birmingham y ha ganado Liverpool, que ha elegido alcalde por primera vez. Los tories se han adjudicado la victoria en 41 localidades y los liberaldemócratas de Nick Clegg en solo 6. El principal partido de la oposición ha logrado más de 800 nuevos concejales.

Debido al complejo sistema político en el Reino Unido, que ralentiza mucho el recuento, solo se votó a tres alcaldes en las ciudades inglesas de Londres, Liverpool y Salford, y el resto fueron puestos de concejales, hasta 5.000 en 181 municipios. Con alrededor de 32 millones de británicos convocados a las urnas, la participación ha sido extraordinariamente baja, de apenas el 32 por ciento, la menor desde los comicios de 2000. Los resultados son aún provisionales, incluidos los de Londres, donde al inicio del recuento la ventaja era para el actual alcalde, el conservador Boris Johnson, por delante del ex regidor laborista Ken Livingstone. En la asamblea de Londres, sin embargo, lideran los laboristas, al igual que de momento en Glasgow, donde los nacionalistas del primer ministro escocés, Alex Salmond, tenían esperanzas de alzarse con la victoria.

La proyección del apoyo para las principales formaciones políticas británicas es del 38 por ciento para los laboristas, el 31 por ciento para los tories y el 16 por ciento para el Partido Liberal Demócrata, uno de los grandes perdedores de la jornada. En las elecciones municipales del Reino Unido es habitual que los partidos en el Gobierno sufran un voto de castigo, pero será la dimensión de la derrota lo que marque el nivel de fracaso, a la espera de lo que suceda en Londres.

Todos los líderes políticos achacaron el resultado electoral al contexto de crisis y de recesión que vive la economía británica, que ha pasado factura a la actual coalición gobernante. El primer ministro conservador, David Cameron, dio ya por segura su derrota, la achacó a la crisis y dijo que las medidas que toma el Ejecutivo son "difíciles" pero "correctas" por "el bien del país". "Lo que tenemos que hacer es asumir decisiones difíciles para atender la deuda, el déficit y una economía en mal estado, que hemos heredado, y seguiremos tomando esas decisiones", apuntó. Uno de los grandes perdedores ha sido el ministro y líder liberaldemócrata, Nick Clegg, cuyo partido ha obtenido el peor número de concejales desde 1998 pese a que los comicios locales tradicionalmente se le han dado muy bien. Clegg dijo en todo caso que está decidido a seguir con su labor de "reformar la economía británica", y añadió: "No es un trabajo fácil y no se puede hacer de la noche a la mañana, pero nuestro deber es impulsar el empleo y la inversión". El gran ganador de las elecciones, el líder del Partido Laborista Ed Miliband, afirmó que su formación se gana "otra vez la confianza" de los votantes, perdida en el descalabro sufrido por su partido en las generales de 2010, y achacó también el resultado a la recesión de la economía británica.

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