Los ocho partidos políticos que negocian la formación de un Gobierno en Bélgica lograron cerrar en la madrugada de ayer los últimos flecos de la reforma del Estado, después de una larga crisis política que se prolongó durante 482 días.

Los representantes políticos de todos los grupos negociadores coincidieron en calificar el pacto logrado como "un acuerdo histórico" y "la mayor reforma del Estado de la historia de Bélgica", informaron ayer los medios locales.

El pacto desbloqueó los tres capítulos que seguían abiertos, empezando por la celebración de las elecciones federales y regionales, que a partir de 2014 tendrán lugar simultáneamente, cada cinco años.

Además, se acordó que los asuntos de seguridad civil y los servicios de bomberos seguirán siendo de competencia federal, así como la mayor parte de las disposiciones reguladas en el código de circulación, salvo las limitaciones de velocidad y otras señalizaciones en las carreteras regionales.

El acuerdo, que dará lugar a la sexta reforma estatal en el país, será anunciado formalmente el próximo martes en el Parlamento.

En las negociaciones han participado, del lado flamenco, el partido liberal Open Vld, el socialista SP.A, el democristiano CD&V y el ecologista Groen, mientras que por la parte francófona intervinieron el ecologista Ecolo, el liberal MR, el democristiano CDH y el socialista PS.

Aún quedan pendientes antes de la formación de gobierno varias cuestiones sobre la entrada en vigor de los elementos previstos en la reforma, relacionados con la política socioeconómica y el presupuesto de 2012.

La cuestión más apremiante a resolver será, no obstante, la de qué partidos formarán parte de la coalición gubernamental, y especialmente si los ecologistas flamencos (Groen) y francófonos (Ecolo) entrarán finalmente en la misma.

Ambas formaciones se han declarado dispuestas a participar, siempre que puedan entrar juntas y sean tomadas en consideración en los mismas condiciones que el resto, han advertido.