De cara a incentivar la compra de vehículos eléctricos el estado francés ofrece dos ayudas esencialmente. Una de ellas es un bono ecológico del 27 por ciento del precio del coche nuevo hasta 6.000 euros si el coste del vehículo es inferior a 47.000 euros y el comprador es un cliente particular -4.000 para empresas-, y en vigor hasta el 31 de diciembre de este año. Para un usado la ayuda sería de 1.000 euros. Con la entrada de 2023 esta ayuda es de hasta 5.000. A lo anterior se pueden añadir subvenciones que ofrecen algunos ayuntamientos de hasta otros 6.000 euros.
Las otras gran ayudas comunes a todo el país son las primas por la sustitución de un coche Diesel de antes de 2011 o uno de gasolina de antes de 2006, que serían achatarrados, por un eléctrico. Este bono de conversión puede sumarse al ecológico y alcanza hasta los 5.000 euros.
Ahora, el gobierno de Macron está trabajando en un plan para también subvencionar el alquiler de coches eléctricos y poder ofrecerlos por 100 euros al mes a través de leasing, siendo el estado quien aporte el resto de la cantidad
Esto forma parte de una promesa electoral de La Republique En Marche! destinada a favorecer el acceso a vehículos eléctricos a los hogares de bajos ingresos. Macron la utilizó para contrarrestar las críticas de que las ayudas a la compra no permiten acceder a estos coches a muchos ciudadanos por su alto precio.
El ministro de Acción y Cuentas Públicas de Francia, Gabriel Attal, ha confirmado en una entrevista al canal de televisión LCI que están trabajando en esa medida, un desarrollo que deberá incluir la lista de vehículos subvencionables. Está por ver también que términos se acuerdan en relación a las cuotas iniciales y finales del leasing, ni el periodo de contratación previsto o el nivel de ventas que podrían beneficiarse de esta ayuda.
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