Movilidad sostenible

Mazda opta por un enfoque multisolución para la descarbonización de la movilidad

Mazda opta por un enfoque multisolución para la descarbonización de la movilidad

Mazda opta por un enfoque multisolución para la descarbonización de la movilidad

Mazda está haciendo correr en la categoría ST-Q, reservada a vehículos especiales no homologados, su Zekken 55 Mazda2 Bio, un coche que llena su depósito exclusivamente con biodiésel compuesto por aceite de cocina usado y grasas de microalgas.

Y es que, si bien el mundo del automóvil está yendo hacia la electrificación, en buena impulsado por el Plan Verde Europeo que lleva a que los países de la UE sean neutros en carbono en 2050, aún hay quien ve espacio para los motores de combustión. Es el caso de Mazda, quien apuesta por “un enfoque multisolución con distintas opciones dependiendo del país o la región del mundo”, según Arika Marumoto, presidente y consejero delegado de Mazda Motor Corporation.

Mazda está poniendo a prueba en carrera un biocombustible que combina aceite de cocina usado y grasas de algas. Mazda está poniendo a prueba en carrera un biocombustible que combina aceite de cocina usado y grasas de algas.

Mazda está poniendo a prueba en carrera un biocombustible que combina aceite de cocina usado y grasas de algas.

Con ese objetivo, además de contar con coches como el MX-30, Mazda también tiene en marcha un plan de desarrollo de motores y tecnologías compatibles con las infraestructuras actualmente existentes en todo el mundo. Así también explora fuentes de energía alternativas.

En este sentido, los combustibles ecológicos pueden ser una aportación a la descarbonización, permitiendo una fácil transición hacia esa meta, estima Mazda. Estos combustibles ofrecen una reducción de las emisiones de CO2 a lo largo de toda la vida útil de los vehículos y hacen posible que su funcionamiento sea neutro en carbono. Y no solo son aplicables a los nuevos vehículos electrificados, sino también al parque actual. Además, los combustibles ecológicos serán plenamente compatibles y podrán mezclarse en cualquier proporción con los de origen fósil, de modo que podrán ir sustituyéndolos a medida que aumente su producción, lo que facilita su uso.

En 2025 Euglena espera tener lista la producción industrial de este biocombustible neutro en CO2. En 2025 Euglena espera tener lista la producción industrial de este biocombustible neutro en CO2.

En 2025 Euglena espera tener lista la producción industrial de este biocombustible neutro en CO2.

De ahí el trabajo con el susteo, como llama Mazda a este biodiésel producido en colaboración con Euglena, una empresa también japonesa que quiere producirlo en masa y abrir una planta para ello en dos años, y que ya está reconocido por las normas como un tipo de gasóleo. Para que sea neutro en carbono es clave la utilización en su fórmula de biomasa procedente de plantas y microalgas, ya que durante su crecimiento compensan el CO2 emitido durante su quema. Además, frente a otros biocombustibles fabricados a partir de plantas, el susteo, apunta Mazda, no genera problemas de competencia alimentaria o deforestación. Además, puede utilizarse en los coches actuales y distribuirse usando la infraestructura hoy existente.

Mazda va a seguir investigando en el uso de combustibles en la competición durante los próximos años. Mazda va a seguir investigando en el uso de combustibles en la competición durante los próximos años.

Mazda va a seguir investigando en el uso de combustibles en la competición durante los próximos años.

Lo primero es lo que está demostrando el concept Mazda2 Bio con motor Skyactiv-D bajo su capó de la mano de un equipo privado de carreras y, de cara al año que viene, el proyecto es pasar a un Mazda3 con un motor más potente para comprobar que sigue adaptándose a sistemas como la inyección de combustible. Así sería posible “que no tardemos mucho en ver coches con motores Skyactiv-D de biodiésel circulando por las carreteras”, espera Mazda.

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