Como hace unos años antes del dominio español, la rueda a seguir es la de Valentino Rossi, que ha revitalizado el Mundial con sus triunfos en Catar y Argentina y ha borrado de un plumazo el acaparador dominio español de los últimos campeonatos, golpe de estado al que han contribuido los Andrea, sus compatriotas Dovizioso e Iannone, pareja de Ducati que completa el sorprendente trío dominador en MotoGP al llegar al viejo continente.

Y es que faltan los españoles: Marc Márquez pagó su ansia de ganar, excesivos ímpetus que le costaron un cero en Termas de Río Hondo y seguro que más de un lamento, porque la regularidad es la clave de cualquier campeonato. Y qué mejor que en casa, en Jerez -donde ya ganó el pasado año-, para recuperar el terreno perdido, pero más difícil todavía: el campeón español se fastidió el meñique de la mano izquierda el pasado sábado haciendo dirt-track y tuvo que pasar por el quirófano, y aunque ayer recibió el O.K. médico para correr el Gran Premio jerezano , las dudas sobre su estado físico y si estará al cien por cien no hacen más que aumentar el favoritismo de Rossi, que corre en una pista que se conoce al dedillo.

Eso sí, al ser la lesión en la mano izquierda, la del embrague, la merma no será excesiva al disponer las motos del cambio seamless (sin espacio entre las marchas), con lo que el trabajo de la mano pasa por agarrar con fuerza el manillar. Además, hay que recordar que Márquez ya se fracturó el pasado año el peroné un mes antes de comenzar el Mundial luego venció la primera carrera y encadenó diez triunfos consecutivos, con lo que cabe esperar lo mejor del bicampeón.

También falta arriba en la clasificación un Jorge Lorenzo que todavía no ha subido al podio este Mundial: el mallorquín ha visto cómo su compañero de equipo le ha adelantado y deberá hilar muy fino para no quedarse atrás, ya que Rossi ya ha demostrado que la Yamaha es competitiva...

De esta forma y sin Dani Pedrosa en liza, recuperándose de su operación de síndrome compartimental en el antebrazo, Jerez se presenta como un punto de inflexión tanto para Marc Márquez como para Jorge Lorenzo, que deben mejorar sus resultados para impedir que Rossi se escape en la clasificación, porque ya se sabe qué hace Valentino enrachado con sus rivales: destrozarlos, tanto si es compañero de equipo -Sete Gibernau- como no -Biaggi-, y el italiano ya ha olido sangre, sabe que puede aspirar al título y sacará las garras siempre que pueda para acabar con el que se le ponga por delante...