Tener una mascota es una gran responsabilidad. Los animales domésticos en su totalidad contraen enfermedades y padecimientos propios de humanos, tales como gastroenteritis, conjuntivitis, resfriados, etc. No es de extrañar que, al igual que los virus y bacterias, un animal también llegue a padecer algún tipo de trastorno psicológico. 

La salud de las mascotas preocupa a cualquier amante de los animales, lo que hace que sus dueños estén en continua vigilancia ante el menor de los síntomas. En este sentido, es fácil percibir cuando un animal se ha contagiado de un virus, ya que conocemos los síntomas, una situación que se complica si se trata de algún padecimiento psicológico, y es que, para determinar la salud mental de nuestras mascotas, lo primero que debemos conocer es cuáles son los patrones normales de conducta. 

Conociendo la conducta normal de las mascotas, podremos detectar comportamientos anómalos y así tratar el problema cuanto antes, ya que, al igual que sucede con las personas, si no se trata de la debida forma normalmente estos problemas se cronifican.

¿Qué causa ansiedad en los perros?

La ansiedad en perros no solo es posible, sino que es mucho más común de lo que se cree. Incluso conociendo la conducta normal y saludable de un perro, a veces los síntomas pasan tan desapercibidos que el diagnóstico resulta muy complicado.

La ansiedad se trata de una respuesta adaptativa ante una situación desconocida o que se considera peligrosa, y esta definición engloba tanto la ansiedad animal como la humana. Cuando esta situación nueva y potencialmente peligrosa se vuelve diaria y se alarga en el tiempo, la conducta de quien la percibe se modula y se comienza a percibir la realidad como algo desmesurado, exagerado y donde reina el peligro inminente. Ocurre que, a menudo, los mecanismos neurobioquímicos y neurofisiológicos que intervienen en el comportamiento animal se encuentran alterados, y termina por ser necesario un tratamiento farmacológico.

Cuando un perro padece ansiedad, su estado emocional pasa a ser nocivo, algo que, por su propio instinto, va a intentar suprimir o reducir todo lo posible. 

Hay que tener en cuenta que los perros sienten la amenaza ante una situación que no conoce y pudiera ser negativa, así como en las situaciones que sabe que no van a resultar favorables para él, el perro tiene la capacidad de anticiparse.

Entre las situaciones que provocan ansiedad a un perro se encuentran, por ejemplo, la separación del dueño o grupo, el acercamiento a individuos desconocidos, la exposición a sonidos fuertes (truenos, petardos), el dolor o el castigo.

Síntomas de la ansiedad en los perros

Una forma de anticiparse a la ansiedad en las mascotas es conocer su historial genético, es decir, conocer si sus padres han sufrido ansiedad en algún momento de su vida. Por otro lado, si el perro ha comenzado tarde a entablar relaciones con otros perros o personas es también muy posible que esté predispuesto a padecer ansiedad. 

Los síntomas físicos de la ansiedad en perros suelen pasar por taquicardia, dilatación de las pupilas o sialorrea (aumento de la producción de saliva), diarrea, vómitos o pérdida de apetito.

Otros síntomas pueden ser la micción y/o defecación en lugares inapropiados, esto siempre teniendo en cuenta que el animal hubiera adoptado previamente unos hábitos regulares en cuanto a sus necesidades. 

También pueden presentar cambios en las relaciones sociales, agresividad e incluso una conducta destructiva que proyectan en objetos, muebles, su propia cama o plantas.

Finalmente, la hiperactividad es otro de los síntomas que se puede contemplar en perros con ansiedad. Estos animales presentarán un exceso de actividad y pocas ganas de descansar.