Los hurones son animales que con el paso del tiempo se han ganado un hueco en los hogares de miles de personas logrando convertirse en una mascota muy querida (aunque no sea la más común). Son animales sociables, juguetones, dormilones, nerviosos y muy curiosos. Aunque tengan una apariencia muy tierna, debemos tener cuidado con ellos ya que de un momento a otro podrían pasar de las caricias a los bocados. Aun así, algunas personas incluso los sacan a pasear a la calle. Además existe una gran variedad de hurones, entre ellos el hurón de patas negras.

Un ejemplar hembra del hurón de patas negras (Mustela nigripes) ha sido clonada por primera vez en Estados Unidos. Esta especie es nativa de Norteamérica y está en peligro de extinción, por ello los científicos y conservacionistas están intentando por todos los medios recuperar la especie. 

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Ella es «Elizabeth Ann», una hurona que nació el pasado día 10 de diciembre en un laboratorio a partir de células congeladas de Willa, otra hurona que vivió hace más de 30 años. A pesar de que los hurones de la especie "patinegros" fueron declarados extintos en el año 1979, años después (1981) se descubrió una pequeña población en el estado de Wyoming, al oeste de Estados Unidos. 

Elizabeth Ann ha sido presentada esta semana por todas las entidades que se unieron para lograr la primera clonación de esta especie en peligro de extinción. Estas entidades son el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU, Revive & Restore, ViaGen Pets & Equine, San Diego Zoo Global y la Asociación de Zoológicos y Acuarios.

Al nacer esta hurona de patas negras fue entregada al Centro de Conservación de Hurones en Colorado para que una hembra la cuidara junto al resto de sus crías. Por suerte ha sido aceptada con total normalidad. 

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Es probable que la clonación pudiera llegar a ser una de las mejores herramientas para evitar la desaparición de especies salvajes en peligro de extinción, pero estas técnicas son demasiado caras y complejas: "La clonación puede ayudar a abordar la diversidad genética significativa y las barreras de resistencia a las enfermedades para apoyar la conservación del hábitat y el restablecimiento de poblaciones adicionales en la naturaleza", señaló el Servicio de Pesca y Vida Silvestre.

Sin una cantidad adecuada de diversidad genética, una especie a menudo se vuelve más susceptible a enfermedades y anomalías genéticas, así como a una adaptabilidad limitada a las condiciones en la naturaleza y una tasa de fertilidad disminuida.