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Una 'Traviata' con alma andaluza

  • Mariola Cantarero debuta en el Teatro de la Maestranza como Violetta Valéry junto al jerezano Ismael Jordi · Norah Amsellem encabeza el segundo reparto en esta producción operística firmada por Zeffirelli

Y por fin, Mariola dijo sí. La soprano granadina, que encarna como pocas voces la calidad internacional de la joven lírica andaluza, aceptó finalmente la propuesta del director artístico del Teatro de la Maestranza, Pedro Halffter, para encarnar a la más romántica de las heroínas verdianas: Violetta Valéry, la cortesana que muere por y para el amor. "Lo consulté con mi maestro, con mi familia, con mi agente... porque es un rol muy difícil. Lo han cantado las más grandes y no me sentía preparada. Hasta ahora", declaró ayer en rueda de prensa Cantarero, que había rechazado este papel en distintas etapas de su ascendente carrera. "El director musical Andrea Licata me ha hecho descubrir el personaje vocal e interpretativamente. Traviata te envuelve, es difícil mantener el equilibrio entre la técnica y el alma. Ahora soy yo quien debe demostrar que la confianza era merecida. Pero déjenme decirles que una gran Traviata depende de un gran Alfredo. Y yo, lo tengo", afirmó la cantante señalando a su amigo y cómplice, el cotizado tenor jerezano Ismael Jordi, quien tras haber triunfado en una treintena de ocasiones con este rol reconocía ayer, con la afabilidad que le caracteriza, su ilusión por acompañar a Mariola "en este debut tan maravilloso".

Cantarero e Ismael Jordi encabezan uno de los dos elencos que se reparten las siete funciones de La Traviata (11, 12, 14, 15, 17, 18 y 20 de junio) que, con todas las localidades vendidas desde hace semanas, clausurará la temporada operística en el Maestranza a partir de este viernes. Será la tercera ocasión en que este teatro se enfrente con la célebre partitura de Verdi (donde ya se vio en 1992 y en el año 2000) y tampoco ahora, pese a la crisis, se han escatimado riesgos. Por un lado, se muestra en la cotizada producción que el director de escena Franco Zeffirelli creó para el Teatro de la Ópera de Roma. Por otro, como defendió Ismael Jordi, "el hecho de que haya un doble reparto permitirá al público asistir a dos Traviatas diferentes", y comparar la lectura de los dos cantantes andaluces con la cosmopolita reunión entre la francesa Norah Amsellem, que triunfó esta temporada en el rol de Liù de Turandot, y el prometedor tenor rumano Teodor Ilincai.

Andrea Licata dirigirá a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y al Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza en un montaje muy complejo que involucra a más de 260 artistas y técnicos y que servirá para rendir tributo a la escuela de baile del recordado José El Camborio, cuyo Ballet Español, que ahora dirige Lucía Real, repondrá una de sus más famosas coreografías.

"Son dos repartos pero la calidad es absolutamente excepcional en ambos", señaló Pedro Halffter, que destacó el carácter de "homenaje" al maestro Zeffirelli que tiene este estreno "en una ciudad donde aún se recuerda con orgullo La bohème que él presentó en este teatro en 1994". Andrea Licata también incidió en la idea de que "este doble reparto es extraordinario y permite augurar un buen futuro para la ópera. Son cantantes muy resistentes, por lo que ofreceremos en Sevilla la versión íntegra de la partitura".

El maestro Zeffirelli envió desde su residencia en Verona un cálido saludo a Sevilla a través de su colaborador y aquí director escénico Pier Paolo Pacini, que en los últimos cinco años se ha dedicado a recuperar con gran éxito montajes como Aida del maestro italiano, al que definió como "el último gran representante de una idea de hacer ópera que arranca con Visconti". "Este montaje es su cima tras 20 años de Traviatas, de ahí su enorme maestría y ambición",

Como hallazgos escénicos, Pacini citó la incorporación del sueño de Violetta y la fuerza del destino ligada a la figura del padre de Alfredo, Giorgio Germont (que interpreta George Petean en los dos elencos), aunque incidió en la fidelidad de Zeffirelli a la concepción realista de la ópera.

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