Sara Águeda & Javier Núñez | Músicos

Extravagancias a dúo

  • La arpista madrileña Sara Águeda y el clavecinista sevillano Javier Núñez publican su primer disco juntos, un amplio recorrido por las escuelas italianas en los primeros pasos del Barroco

Sara Águeda y Javier Núñez

Sara Águeda y Javier Núñez / Regina Valenzuela

Hay pasiones que se vuelven obsesiones. Desde su primer contacto, Sara Águeda y Javier Núñez se dieron cuenta de que compartían una (y otra): la música napolitana de principios del Barroco. "Somos unos auténticos frikis", confiesa la arpista madrileña, una de las presencias más recurrentes en la música antigua española de la última década. "La invité a colaborar en mi primer disco, À modo italiano, y los dos quedamos muy contentos con el resultado", añade el clavecinista sevillano, colaborador habitual de la Accademia del Piacere, uno de los grandes conjuntos antiguos que ofrece hoy España al mundo. De aquel contacto hace ya más de seis años, y el trabajo conjunto durante ese tiempo puede apreciarse ahora en Stravaganza, este disco recién aparecido en el sello polaco Dux.

"Individualmente cada uno habíamos grabado por nuestra parte el repertorio propio de Nápoles. Era fácil conectar en ese sentido. Pero es cierto que detrás hay un trabajo de años para ver cómo conjuntar esos dos instrumentos y cómo soltarnos la melena para improvisar y para encajarnos el uno con el otro, respetando que cada instrumento tuviera su propio idioma y su lenguaje", comenta Sara. "La combinación de arpa y clave es muy original. No hay apenas nada igual en la discografía", añade Javier.

La música napolitana para tecla y para arpa de principios del XVII fue un campo abonado para la experimentación. Música audaz, de vanguardia, llena de cromatismos y disonancias, stravaganze y durezze. Quizá demasiado duro para un programa. Por eso el disco es variado. "Con las grabaciones trato de hacer programas que se puedan reproducir en un escenario. Para mí el sentido que tiene el disco es dar lo que yo puedo ofrecer en directo. Mi realidad como intérprete, porque yo vivo de dar conciertos. Javi estaba muy obsesionado con eso, con respetar los espacios, los tiempos, los bloques del concierto." Para el clavecinista sevillano, "todo depende del concepto de disco que quieras. Puedes decir, pues grabo el libro I de tocatas de tal, y perfecto. Pero para mí un disco tiene que contar una historia, y nuestra idea era mostrar todo tipo de géneros. Si solo te centras en las consonanze stravaganze, en cosas cromáticas, se hace arduo para un oyente medio e incluso para un músico especializado. Y si no estás convencido de ese concepto, resulta demasiado trabajo como para hacerlo así".

Stravaganza - Águeda y Núñez Stravaganza - Águeda y Núñez

Stravaganza - Águeda y Núñez

"Somos superfrikis, y no habríamos tenido ningún problema en hacer un disco sólo con Mayone o con Trabaci. Pero somos conscientes de que el público necesita ligereza, y nosotros también, que conste. El público necesita descansar. Y a nosotros todas estas danzas nos encantan. Hemos hecho cosas muy locas de improvisaciones, las folías o el Tenore de Valente, todo muy improvisado. Ha habido riesgos, aunque sea una música más fácil. Hemos buscado el riesgo en la velocidad, en las disminuciones, en los acompañamientos, muy contrastantes, así cuando el clave está muy agudo el arpa se baja a graves casi de tiorba o al revés", explica la arpista. "Hay mucha representación de la escuela napolitana, pero también de la escuela veneciana (Picchi, por ejemplo), y luego hemos adaptado piezas que no fueron hechas originalmente para tecla o para arpa, por ejemplo, La suave melodía de Falconiero, que está escrita para un instrumento agudo, o la pieza vocal a doble coro de Giovanni Gabrieli. Todo ello para que el disco fuera más variado y para mostrar la capacidad que tienen dos instrumentos polifónicos de hacer piezas no sólo instrumentales, sino vocales, como Se l’aura spira de Frescobaldi también. La idea era mostrar una gran variedad de géneros".

El componente improvisatorio era parte esencial del repertorio de la época y lógicamente está muy presente en esta grabación. "Hay muchas cosas de cosecha propia, no sólo los ornamentos e improvisaciones, sino todos los arreglos, cuando las piezas no están a dúo", comenta Núñez, y su compañera añade: "Los años de trabajo nos han ayudado, sobre todo a explorar qué funciona mejor en cada sitio, dónde cada uno puede tener más hueco para ornamentar y para complementarnos. Ese trabajo de probar muchas cosas y muchas veces para ver qué es lo que mejor funciona. Lo que aporta el arpa es ese rango dinámico que hace que la música tenga más profundidad, y que es algo que el clave no tiene. El clave es un instrumento rápido, que tiene mucha fuerza, es muy eléctrico. El arpa es eléctrica también pero añade las dinámicas. Hemos tratado de sacar lo mejor de cada instrumento para potenciarlos y conseguir algo que sea verdaderamente explosivo".

La arpista madrileña y el clavecinista sevillano publican su primer álbum juntos La arpista madrileña y el clavecinista sevillano publican su primer álbum juntos

La arpista madrileña y el clavecinista sevillano publican su primer álbum juntos / Regina Valenzuela

En esa idea de contar una historia con el disco, la forma de ordenar las piezas no resulta indiferente. "Teníamos la experiencia de los conciertos. Tuvimos una gira de cinco conciertos previa a la grabación. Javi es extremadamente riguroso con eso, y antes de grabar tenía ya pensado cómo iban las piezas ordenadas e incluso los segundos que tenía que haber de separación entre ellas, porque no todas las piezas son iguales, y cada cual necesita un tiempo propio para asimilarla." Para el clavecinista sevillano, disponer en un orden coherente las piezas del disco "es una parte esencial del trabajo. Hay una serie de grupos de piezas, y unos solos que articulan ese grupo de piezas, para que el oyente vaya limpiando y reseteando. Los solos de arpa se han centrado por ejemplo en la parte napolitana más experimental, de Mayone o Trabaci. Para no sobrecargar todo eso, en mis piezas a solo hay un poco de todo: está por ejemplo la Tocata de Rossi, que tiene una parte de frescura y ese final apoteósico, ya muy cromático, sin que tenga que llamarse por ello tocatta di durezze ni de nada, es una sorpresa final. El Passamezzo de Picchi tiene también una parte extravagante, cosas muy modernas, pero por otro lado es muy arcaico, es como un passamezzo típico con sus variaciones. Lo comparas con Valente, y no tiene nada que ver, es mucho más atrevido. Los grupos de piezas van además con una relación por tonalidades y por carácter. Le dimos muchas vueltas, pero es algo previo, que nace de las veces que lo tocamos en concierto, es una evolución permanente, hasta que tomas una decisión para el disco. Seguro que ahora habría cambiado alguna cosita".

Al sello polaco Dux, Sara Águeda llegó un poco por casualidad. "Después de mi primera grabación en Enchiriadis, estaba buscando alternativas. Me recomendaron esta discográfica, y fueron muy amables. Me resultó tan fácil sacar El teatro del arpa, con la complicación que tenía. La distribución, vía Naxos, ha sido muy buena. Así que se lo propuse a Javi, y nos decidimos por este sello. Si hay algo que me vuelve loca es el tema de la maquetación y del diseño. Me gusta que mis discos sean objetos bonitos y que yo pueda escoger cómo van a estar hechos, y en Dux me dejan libertad absoluta. Tenía muy claro lo que quería para este disco, y me parecía la opción más fácil". Los discos funcionan hoy como carta de presentación. "Cuesta mucho sacar un disco, y si no te salen conciertos... Ahora estamos centrados en la promoción. Ya ha salido algo y hay un par de cosas más en perspectiva. A ver también si lo podemos presentar en Sevilla", comenta Javier, que tiene en mente un proyecto personal a solo con música de Couperin y Bach: "Se titula L'Atalante y lo haré en junio aquí en Sevilla, en La casa de los pianistas, y en julio en el Mare Musicum de Roquetas. Me gustaría grabarlo metiendo la Obertura a la francesa de Bach, pero eso es algo que ya se verá". Como dúo, se ven haciendo programas parecidos mucho tiempo, aunque también empiezan a pensar en otros repertorios: "Me encantaría hincarle el diente a la música inglesa", termina Sara. Buen provecho.

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