flamenco

Finuras de Brasil

  • El tercer disco del guitarrista afincado en Madrid David Tavares combina músicas brasileras con temas jondos

David Tavares es uno de esos músicos que ha conseguido el equilibrio perfecto entre las músicas de Brasil y el flamenco. No olvidemos en este sentido la crucial aportación de las armonías y ritmos brasileros a la revolución jonda protagonizada por Paco de Lucía en los 70 y 80. Tavares contribuye a este edificio sonoro desde la naturalidad de sus melodías. Sin pretensiones, ya que su cuerpo, su corazón, es un cruce de culturas. Cuando suena una música de este guitarrista no queremos que el sonido se acabe. Desde la bulería que abre esta entrega, el tema más jondo del disco, hasta el vibrante swing que firma a medias con su paisano, el también flamenco Fernando de la Rua, pasando por el frenético Sambalacho de puro concertismo y la Rumba nova de melodía cantable. Minha vida es música popular brasilera de primera en la voz de Paulo Mestre. En la misma línea Negro e sinhá, con acentos más africanos gracias a la percusión de Diego Ain y Marineide da favela en la que la voz de Mestre es sustituida por la de Pedro Moreno. Los tres temas están dominados por brillantes estribillos y dulces melodías en la mejor línea de las músicas de Brasil.

También pertenece a esta vena lírica, pese a tratarse de un instrumental, Carioca de Guarapuava, en donde la réplica melódica de la guitarra la da el piano de Paulinho Barrreto. La Danza cortesana es una pieza épica de evocaciones medievales y árabes que subraya el buzuki de Amir John Haddad. La melancolía, la saudade, son los estados de ánimo dominantes en las dos piezas que completan el disco, ambas interpretadas a guitarra sola: la Balada para una mujer triste de vibrante arpegio, y el Trémolo da saudade que cierra esta entrega. Ni tan rey, ni tan ratón es el tercer disco de David Tavares, un guitarrista nacido en Guarapuava (Brasil) que ha trabajado con artistas brasileños de la talla de Jorge Ben, María Creuza o Gilberto Gil y flamencos tan reputados como Lole Montoya, Carmen Linares o Diego el Cigala, entre otros. Su primer disco en solitario fue Un brasileño en Madrid (2002) al que siguió Un toque de color (2010). En su nueva obra, además de los mencionados, colaboran también los músicos Yelsy Heredia, Pablo Martín Jones, Rafael Morales y Carlos Mansuko.

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