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Ezequiel Benítez | Crítica

Una revisión del legado

  • El cantaor completa con su nuevo disco su trilogía de cante clásico

El cantaor jerezano homenajea a los clásicos en su nueva entrega.

El cantaor jerezano homenajea a los clásicos en su nueva entrega. / Grupo Joly

El taranto de Manuel Torre lo hace con fidelidad estricta al jerezano, que se inspiró como saben en los estilos atribuidos a Basilio y el Tonto Linares que conoció de viva voz, para hacer su versión de los cantes mineros que es una de las más populares de hoy. El contrapunto a la cruda voz de Benítez lo pone la guitarra lírica de Paco León.

Portada del disco. Portada del disco.

Portada del disco.

En los fandangos personales podemos disfrutar de la frescura del cante de Benítez que es un cantaor con un gran conocimiento de los estilos del flamenco pero muy joven, y que recuerda en una de las letras de estos fandangos al añorado Juanillorro, cantaor jerezano, y joven, fallecido repentinamente hace ahora dos años.

En los fandangos de Lucena es el Niño de Cabra el cantaor al que evoca Benítez, estilo precedido por unas sabrosas granaínas que están entre lo mejor del disco.

Este es uno de los temas que presentan novedades respecto a los dos anteriores que completan la trilogía de Benítez: unas percusiones muy airosas respecto a la voz y guitarra que eran los protagonistas exclusivos de las entregas anteriores.

Porque Ilus3 completa, como decimos, una trilogía que se inició con Quimeras del tiempo (2015) y siguió con Recuer2 (2018). Su discografía se completa con Sobrellevé (2011), un disco de muy distinta orientación.

Por bulerías las entregas son dos, abriendo y cerrando el disco, como corresponde a un cantaor de Jerez.

En la apertura se acuerda de los cantes de Manolito de María, de Alcalá de Guadaíra, renovándolos, refrescándolos, con letras y giros nuevos, algo que no está al alcance de cualquiera, dado el virtuosismo rítmico de Manolito de María.

Trilleras, livianas, bulerías por soleá y tanguillos completan la entrega.

Ezequiel Benítez Domínguez nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1979 en una familia de tradición flamenca.

El cantaor ganó en 1997 un primer premio de cante que completó un año más tarde con el de Livianas de Puerto Real y el Yunque flamenco en 1999.

Ezequiel Benítez es un nombre habitual en la programación de los festivales de verano y de las peñas de toda Andalucía.

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