La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

¿Entonces Fitur sí sirve para algo?

El vicepresidente Juan Marín tiene (otro) problema: o la Junta apoya a Granada para la Capitalidad o a 'su' Jerez

Llevo toda la semana esquivando la tentación de escribir la segunda parte de "¿Que hace media Graná… en Fitur?". En realidad, con permiso de la misión en Nueva York, es lo que pienso desde que hace veinte años trabajé un par de temporadas en el Patronato Provincial de Turismo: ¿tiene algún sentido que nos desplacemos todos a Madrid para convocar las mismas ruedas de prensa, con la misma gente a uno y otro lado del micrófono, para terminar haciendo el mismo clippling de prensa que haríamos en cualquiera de nuestros pueblos sin hacer gastos en AVE, taxis y hoteles? ¿Para qué vamos los directores de los medios a Ifema para hablar con los mismos interlocutores que tenemos cualquier día en Granada?

A nivel profesional, "porque hay que estar". Tanto lo hemos repetido que nos lo hemos terminado creyendo. Aunque sea una aseveración que responde a esa predilección por las medias verdades -que no son otra cosa que medias falsedades- sobre las que nos alertaba este jueves el escritor y filósofo José Antonio Marina en el nuevo programa de Mariló Montero en Canal Sur.

Continúo la engañosa reflexión. Para Granada, como para el resto de ciudades y provincias andaluzas, es estratégico invertir en encuentros y foros técnicos que puedan traducirse en nuevas oportunidades de negocio. Otra frase hecha: "Hay que estar para hacer contactos". Pero siendo honestos, esto también habría que empezar a replantearlo: no por la utilidad misma de este tipo de acciones sino por la velocidad con que se está transformando la industria del turismo -desde los hábitos de los viajeros hasta el trabajo de los touroperadores- víctima de los dos ogros del nuevo milenio: la globalización y la digitalización. Cuando todo es líquido e inmediato, cuando hemos torpeado las fronteras físicas y subjetivas, ¿qué hacemos todos paseándonos, y pasando frío sobre la horrible moqueta verde de Ifema?

Admitámoslo: si el feedback de Fitur tiene un recorrido cuestionable, lo que ningún año podemos perder de vista es ¡estar atentos a cuándo salta la polémica! Intensa cuando en la Diputación gobiernan unos y en la capital otros; cuando en Granada se enarbola una bandera y en San Telmo otra; y, por supuesto, cuando llegan los codazos para salir en las fotos. Y no hace tanto de los mandatos de Torres Hurtado y Martínez Caler...

¿Entonces Fitur sí sirve para algo? Si renunciamos a hacer una enmienda a la totalidad, si dejamos que los técnicos que decidan cuándo y cómo se atreverán a actualizar las acciones de promoción -ahora lo llaman disrupción-, y nos quedamos en la edición que culmina este domingo, ¡misión cumplida! Con sólo unos metros de distancia, el vicepresidente de la Junta, el sanluqueño Juan Marín, refrendaba el respaldo de la Junta al proyecto de Granada para la Capitalidad Cultural de 2031 mientras laalcaldesa de Jerez, la socialista Mamen Sánchez, anunciaba lo que hace meses circulaba en corrillos sin confirmación oficial por parte del Ayuntamiento gaditano… que también les gusta el horizonte del 2031 y van a subirse a la carrera europea. Nada dijo el (todavía) líder andaluz de Ciudadanos de que también estaría en la foto de la puesta de largo del proyecto cuando su paisana tocara a rebato para sumar el respaldo de toda su provincia ¡y de la Junta!

Señor Marín, tenemos un problema. Y no me refiero a la forzada polémica del pin parental que está torpedeando este primer año de idilio en la Junta en el tripartido de las derechas. A ver: o nos desmarcamos de Vox o nos tragamos sus sapos, o sanchistas o susanistas (aunque, una vez atado el poder en Moncloa, ya no hay rebeliones que valgan), o apoyamos a Granada o coqueteamos con Jerez... Nada que no sepamos desde la EGB, que no se puede sorber y soplar...

Hemos tenido que esperar a Fitur para que Jerez destapara sus cartas y podamos sumar un frente más de desgaste para ese menguante Ciudadanos que encabeza Juan Marín, cada vez más solitario y cada vez más atrincherado con sus amigos del PP de San Telmo (¿juanistas vs franistas?).

Aunque lo sensato sería sumarnos a Marina y clamar "stop a la gresca política", ¿para qué querríamos entonces Fitur?

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