PODER JUDICIAL

Se jubila el magistrado Eloy Méndez, que revolucionó la Educación para la Ciudadanía

  • Recorrió media España como juez y su juzgado de Tolosa sufrió un atentado de ETA 

  • Todavía pertenece a la “cuarentuna” o tuna universitaria de veteranos

Eloy Méndez (en el centro), durante el homenaje que recibió de la judicatura y abogacía

Eloy Méndez (en el centro), durante el homenaje que recibió de la judicatura y abogacía

El magistrado sevillano Eloy Méndez Martínez se jubila después de 42 años como juez en los que ha vivido de todo, incluido un atentado de ETA en su juzgado de Tolosa. 

Pero el mayor terremoto lo provocó su sala del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en el mundo educativo andaluz, con sucesivas sentencia que entre 2008 y 2010 reconocieron el derecho a objetar ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía,  prohibieron algunos manuales por su “adoctrinamiento” y  se pronunciaron sobre el derecho a recibir subvenciones de los colegios que segregaban por sexo.

Atentado de ETA

Eloy Méndez ingresó en la carrera judicial en 1976 y tuvo su primer destino en Tolosa (Guipúzcoa), donde ETA puso una bomba en su juzgado que se saldó, afortunadamente, sin víctimas. 

A continuación estuvo destinado en Álora, Fuengirola, Gijón y Algeciras hasta que pasó a la Audiencia de Sevilla, donde compartió sala en la Sección Tercera de lo penal con Ángel Márquez y José Manuel Holgado. 

En 2006 fue destinado a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA, donde ha permanecido 12 años hasta su jubilación. Este tribunal adquirió protagonismo a nivel nacional cuando reconoció el derecho de unos padres a objetar a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, uno de los programas estrella del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Derecho a objetar para una asignatura

Su sentencia a favor del derecho a objetar que tenían unos padres de Bollullos del Condado fue anulada al año siguiente por el Tribunal Supremo, pero la sala emitió nuevas resoluciones controvertidas como la que en 2008 anuló ciertos contenidos de la asignatura sobre ideología de género, homosexualidad y opciones vitales. Entonces Méndez emitió un voto particular contrario a la opinión mayoritaria de su sala. 

En 2010 el tribunal declaró “adoctrinador” un libro de texto de McGraw Hill para esta asignatura y en años sucesivos volvió a estar de actualidad con resoluciones sobre los colegios que diferencian por sexo y su derecho a recibir subvenciones.

En el momento más encendido del debate llegaron a denominarles "la sala vaticana" igual que se llamaba "la sala del Kremlin" a otro tribunal considerado de izquierdas.

Méndez cuenta con orgullo que es miembro de la tuna de la Facultad de Derecho, donde durante una serenata conoció a la que sigue siendo su esposa y con la que comparte cuatro nietos. Desde hace tres años es miembro de la “cuarentuna” o asociación de tunos veteranos.

Con motivo de su jubilación, el magistrado va a ser objeto de un almuerzo homenaje el 18 de octubre por parte de sus compañeros en el TSJA y en la Audiencia de Sevilla.

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