Los empresarios de salas de fiestas y discotecas no pueden sino asumir que este verano, al menos, han podido cubrir los gastos que supone tener sus negocios. Denuncian que aforos y limitaciones horarias son incompatibles con la viabilidad real de su actividad. Más aún entendiendo que la misma está estrechamente relacionada con la música, el baile y el jolgorio.

Juan Rambla, presidente de Andalucía de Noche, la patronal que agrupa a todos estos negocios, lo afirma en rotundo: “El verano ha sido muy flojo pese a que tenemos más demanda de la que podemos acoger, el público tiene ganas”.

No es ese el único problema, antes de la pandemia las salas de ocio nocturno disfrutaban de un horario en la que sólo podían abrir ellas más amplio, que les permitía hacer caja esas horas que el resto de negocios habían cerrado la verja metálica hasta el día siguiente.

Los empresarios cifran la caída de las ventas en sus locales en torno al 70% de media con respecto a lo facturado en 2019, el último año previo a la pandemia. Aseguran, además, que la comparación con 2020 es estéril, puesto que en 2020, “al menos un mes estuvimos abiertos con horario normal, pero agosto volvieron a cerrarnos”.

Debido a estas restricciones, una de cada cinco salas siguen sin abrir en la provincia. Sólo en el centro de Málaga de las 15 licencias de este tipo que hay concedidas, tres de ellas siguen cerradas. Hasta hace menos de un mes estuvo cerrado ZZ pub. Su propietario Lorenzo Baz, asegura que al menos ha podido salvar los muebles: “La situación era estar mal o peor, pero al menos nuestra clientela fija se ha adaptado bien y está respondiendo y consumiendo”. En ZZ ya ha vuelto, al menos, la música en directo, pero en dúos o tríos, “si no era incompatible con la solvencia del bar, habría que quitar muchas mesas”, afirma Baz.

La solución, coinciden todos, pasa por ampliar los horarios y los aforos, “con más del 80% de la población mayor de 18 años vacunada en Andalucía no tiene sentido que sigan las limitaciones, si a eso le unes que la incidencia acumulada sigue bajando... ¿a qué porcentajes tenemos que llegar para que nos permitan trabajar con normalidad?”, se pregunta Juan Rambla.

En Marbella lleva más de 30 años trabajando en la noche Olivia Valère. La dueña de la discoteca bajo el mismo nombre asegura que ha sido un año diferente, en el que la discoteca sólo ha abierto “en contadas ocasiones para las fiestas con grandes DJs que ya teníamos contratados desde el año pasado”.

Los turistas españoles han suplido en parte a los extranjeros en las discotecas de Málaga, pese a ello se ha echado en falta a los británicos. Es por ello que no esperan que septiembre sea un mes boyante en las discotecas. “En cuanto acabó agosto se notó el bajón”, asegura Rambla.