El juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, que investiga el brote de listeriosis detectado en Magrudis, ordenó la destrucción de más de 20 toneladas de productos de esta empresa que habían sido almacenados en las instalaciones del Polígono Industrial El Pino de Sevilla. La carne se hallaba almacenada en las cámaras frigoríficas de Magrudis desde que se produjo el brote que ha provocado la muerte de tres personas, siete abortos y más de 200 lesionados.
Las actas del Servicio de Protección de Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que controló el traslado hasta la cementera de Jerez de la Frontera(Cádiz) de estos productos para su destrucción, reflejan que en total fueron incinerados 20.789,947 kilos de carne almacenados en las instalaciones de Magrudis.
La destrucción de estos productos de Magrudis tuvo lugar los días 29, 30, y 31 de octubre, así como el 4 y el 5 de noviembre, siendo incineradas las siguientes cantidades cada día: 3.448,765 kilos; 4.509,4; 5.195; 5.869,782 y 1.767 kilos, según detallan las actas del Seprona.
La instructora ordenó a la delegación de Consumo del Ayuntamiento de Sevilla la destrucción de la totalidad de la carne intervenida, entre la que se encontraban productos envasados, así como carne sin elaborar procedente de las compras realizadas por Magrudis. Asimismo, ordenó que se hiciera un "inventario" de todos los productos y las cantidades que se destruyeran.
Varios días después de la incineración de la carne, en concreto, el pasado 11 de noviembre, la inspección veterinaria del Ayuntamiento de Sevilla confirmó la destrucción de estos productos y alertó al juzgado de que tras la retirada de la mercancía de la fábrica de Magrudis, habían quedado "restos de carne presumiblemente contaminada por listeria" en los carros donde se encontraban los productos horneados sin envasar.
Esos restos de carne, según informó el Ayuntamiento a la instructora, se encontraban en la cámara frigorífica y se puso en conocimiento del juzgado por si la magistrada ordenaba alguna actuación.Una vez informado de esta situación, el juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla ordenó al servicio de Consumo del Ayuntamiento el 26 de noviembre la "inmediata desinfección" de las naves de Magrudis y elaborados Cárnicos Mario.
La incineración de la carne se produjo porque este tipo de productos contaminados deben ser destruidos por una empresa especializada y no se puede tirar a la basura, como en su momento declaró que había hecho el dueño de Magrudis, José Antonio Marín Ponce.
La asociación de consumidores Facua, que ejerce la acusación particular, apuntó en su día que el entramado de Magrudis pudo haber distribuido unos 110.000 kilos de carne desde que comenzó a vender productos con listeria en diciembre de 2018 hasta que fue ordenada la retirada del mercado y la paralización de la producción de todos sus productos en agosto.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios