Combustible

La pérdida de las ayudas al gasoil puede acabar con la flota artesanal de Barbate

  • Los pescadores creen que cada vez es menos rentable salir a faenar por los altos costes y los bajos precios del producto

Imagen de archivo del recinto portuario de Barbate.

Imagen de archivo del recinto portuario de Barbate.

El sector artesanal de la pesca de Barbate está pasando por horas bajas. A los altos costes que tienen que asumir para hielo, cajas, víveres, seguros, reparaciones y salarios de la tripulación, ahora se podría unir la pérdida de las subvenciones que reducen a la mitad los costes de combustible, principalmente, el gasoil.

Un barco de los que tienen base en el recinto portuario barbateño y que tienen la posibilidad de pescar en las aguas del Golfo de Cádiz precisan de unos 3.500 litros de combustible, que ahora se abona a 0,55 céntimos de euro por litro, lo que supone un montante cercano a los 2.000 euros, solo para salir a faenar. Si esa salida es al caladero de Marruecos, entonces se precisan más de 6.000 litros de combustible, subiendo ese coste de unos 3.300 euros.

Una de las ambiciones enunciadas en el Pacto Ecológico Europeo es poner fin a estas subvenciones a los combustibles fósiles. La propuesta de la Comisión de Revisión de la Directiva de Tributación de Energía prevé, entre otras cosas, la tributación del combustible utilizado para la pesca.  Bruselas quiere que los buques pesqueros empiecen a tributar por el gasóleo a partir del año 2023, con un coste mínimo de casi 14 euros por cada 100 litros de combustible.

El secretario general de la patronal pesquera Cepesca, el gaditana, Jevier Garat, ha apuntado que esto sería la ruina del sector. Este representante de la patronal pesquera espera que impere el sentido común de la Unión Europea (UE), al considerar que esta medida provocará una nueva reducción de la flota como ha ocurrido en las últimas décadas.

Una situación que ha comenzado a generar la incertidumbre a la flota de cerco de Barbate, ya que consideran que sería la puntilla que acabaría con los pocos barcos que salen a diario a faenar. Una opinión que surge de Tomás Pacheco, presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios Pesqueros Abempe).

Pacheco recuerda que en la década de los años 80 del siglo pasado la flota se reveló ante la subida del combustible, por lo que cree que una medida similar podría hacer frenar esta propuesta, ya que, en su opinión, de seguir adelante acabaría con los pocos barcos que quedan activos.

El otro problema al que se enfrenta el sector de cerco son los precios en la lonja, ya que las grandes empresas congelan las sardinas y las ponen en el mercado cuando hay carencia, lo que deja sin valor sus capturas que no logran precio en el mercado a pesar de ser más frescas.

De momento, esta flota no acude al caladero de Marruecos dado el conflicto diplomático que se mantiene con España. Antes de que finalice este mes de septiembre deberán solicitarse las licencias para el próximo trimestre, algo que está en las manos de los propios patrones de estos barcos.

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