Avería eléctrica

Una avería deja sin luz a parte de la Janda

  • Vejer, Barbate y Benalup sufren un corte de suministro por la rotura de un transformador

  • Endesa instaló 16 grupo electrógenos y desplazó medio centenar de técnicos

Varios técnicos inspeccionan el transformador afectado por la avería en la subestación de Santa Lucía.

Varios técnicos inspeccionan el transformador afectado por la avería en la subestación de Santa Lucía. / Manuel Aragón Pina (Vejer)

La de hoy ha sido una jornada difícil de olvidar por los vecinos de las localidades de Vejer, Barbate y Benalup, además de algunas pedanías del término municipal vejeriego que se han visto afectados por un corte de fluido eléctrico que arrancaba a sobre las dos de la pasada madrugada del martes al miércoles 13 de octubre.

Solo el Hospital de la Janda, que posee un grupo electrógeno, mantenía la iluminación

A esa hora, cientos de hogares se quedaban a oscuras, así  como las calles y plazas, al afectar también al alumbrado público. Solo el Hospital de la Janda que posee un grupo electrógeno mantenía su iluminación interior, así como algunos negocios que poseen lámparas de emergencia que durante unos pocos minutos iluminaron esos locales.

Otras veces, que se han producido cortes generales, ya sea por la caída de un rayo o algún incidente en la red de distribución el suministro suele reponerse a los dos minutos. Pero ese tiempo pasó, y también algunas horas más.

A las 13.00 horas, la compañía eléctrica Endesa, remitía un comunicado donde explicaba los motivos de la avería y su nivel de reparación. En el documento se recogía que a esta hora se había recuperado ya el suministro del 89% de los clientes afectados en los términos municipales de Vejer y Barbate por el corte que se produjo en la subestación de Santa Lucía. A esa hora, más de medio centenar de técnicos de esta compañía seguían trabajando en la reposición total de esta incidencia que afectó a miles de clientes y usuarios.

Las labores de reposición del servicio se estaban llevando a cabo a través de las maniobras realizadas a distancia desde el Centro de Control de Red, gracias a la digitalización de la infraestructura eléctrica.

Así, los técnicos de la Compañía habían llegado a instalar hasta 16 grupos electrógenos en coordinación con los ayuntamientos competentes para garantizar el servicio a puntos de especial necesidad, como centros de salud y residencias de ancianos. Este equipamiento se  movilizó desde diferentes puntos de la región.

El objetivo prioritario del Plan Operativo de Emergencia constituido por la compañía eléctrica desde el inicio de la incidencia había sido restituir el servicio al mercado afectado, a la mayor brevedad posible.  Para ello, se trabajaba en la reparación de la avería localizada en una celda de Media Tensión de la Subestación de Santa Lucía en Vejer, que había provocado la desconexión de las dos máquinas transformadoras de 66 a 20 kilovoltios de esta instalación. Desde que ocurrió la anomalía, los técnicos estuvieron recuperando el suministro de los clientes afectados por líneas alternativas.

Endesa apuntó que mantenía un contacto fluido con las autoridades locales, provinciales y regionales competentes, así como con el 112, para coordinar las labores de recuperación y mantener informada a la sociedad.

Endesa, en ese comunicado, quiso expresar a los clientes afectados sus disculpas por los inconvenientes derivados de esta incidencia a cuya resolución continuaba dedicando todos sus recursos disponibles para recuperar el servicio lo antes posible.

Las panaderías no pudieron completar la fabricación de sus partidas de pan diario

Las consecuencias de la falta fueron muchas, las panaderías no pudieron fabricar la partida de pan al completo, faltando en muchos puntos de venta. Tampoco se pudo contar con pan recién hecho en grandes supermercados, los cuales tuvieron que impedir la entrada de clientes al no poder facturar por medio de la lectura de los códigos de barras. Las entidades bancarias también cerraron sus puertas y los cajeros automáticos no funcionaban. Las farmacias, los puntos de venta de loterías, los bares y cafeterías perdieron las ventas de sus desayunos. Incluso muchos usuarios, que solo disponen de placas vitrocerámicas o de inducción, se quedaron sin su primer café de la mañana. También se perdió la cobertura de los móviles y de las redes de datos, por lo que apenas funcionaban los mensajes de texto y las llamadas.

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