El edificio de la Casa Consistorial será objeto de una renovación, cuyo objetivo es "hacerla más funcional y accesible a toda la ciudadanía", según ha destacado el alcalde, Miguel Molina, en la presentación del proyecto que se realizará con fondos del Programa de Fomento del Empleo Agrario (Profea), que gestiona la Diputación y que contará con una inversión total de 105.936,23 euros. Se espera que las obras de la primera fase den comienzo el próximo 1 de noviembre, con un plazo de ejecución aproximado de cuatro meses.

En estos trabajos se procederá a la creación de una nueva oficina de atención al ciudadano, así como una nueva disposición de los espacios de trabajo de la planta baja. De esta forma, se construirán nuevas oficinas en la zona donde actualmente se encuentran las dependencias de Registro y Padrón, con la adhesión de una sala de espera y la preparación para la próxima construcción del ascensor, proyectado en la segunda fase y con el que se pretende dar cumplimiento a la normativa de accesibilidad de edificios públicos. Serán eliminadas las barreras arquitectónicas y las personas con movilidad reducida podrán acceder a la planta superior.

En la parte externa se realizará un adecentamiento de la fachada y del cerramiento con la colocación de rejas en los huecos del porche. Este cerramiento será abatible y realizado en acero laminado, con seis unidades de 2,30 por 2,80 metros, y tres unidades más con unas dimensiones de 2 por 2,80 metros.

"Esperamos que a final de año podamos anunciar la segunda fase", dijo ayer Molina. Consistirá en la terminación del ascensor y los trabajos de la planta superior. Con respecto a estas obras, el alcalde explicó que "se dará más amplitud a los pasillos y se hará una pasarela que comunicará todas las dependencias". También indicó que el Salón de Plenos será ampliado con el objetivo de darle un uso más productivo y funcional.