Las últimas sentencias judiciales están obligando a algunos propietarios de viviendas en situación irregular, a tener que derribarlas para cumplir la orden dictada por un juez.

En Conil hay unas quince familias que su futuro pende de un hilo, a partir de esa decisión judicial, ya que deben derribar su casa por haberla construido sin licencia y en un terreno que no se ajusta a la legalidad urbanística del municipio.

El alcalde, Juan Bermúdez, ha animado a los vecinos a que salgan este sábado, a partir de las 16.30 horas, para visibilizar este problema y sobre todo, evitar más derribos de casas en las que esas personas tienen establecido su hogar habitual. Una convocatoria que cuenta con el respaldo unánime de toda la Corporación, y de varios movimientos sociales y vecinales, como la Plataforma de Afectados por Viviendas Irregulares de Conil (PAVIC). También colectivos y asociaciones de núcleos de población vecinos, como El Palmar y Zahora, han mostrado su intención en asistir a esta movilización ciudadana.

Según han expuesto en repetidas ocasiones, los colectivos que los representan y los propios afectados, la mayoría de estas casas son de primera residencia, no se utilizan para lucrarse con su alquiler, sino para vivir, de ahí que haya una cierta indignación de parte de la ciudadanía conileña tras conocerse las órdenes de demolición inminente de varias de estas casas, muchas de ellas levantadas en el diseminado rural.

Juan Bermúdez ha apuntado que las órdenes de derribo son informadas también al Ayuntamiento, quien debe hacer cumplir ese mandato judicial en caso del que el propietario no lo haga o no pueda hacerlo por cuestiones económicas, una cuestión que se complicada para el propio Consistorio al conocer que son casas de primera ocupación y cuyos ocupantes se quedan en la calle.

Esta nueva movilización pretende servir para reclamar, en la calle, que sean paralizadas las órdenes judiciales de derribo que pesan sobre su único techo. Una situación que incluso a algunos de ellos ya le ha costado pasar por prisión o estar en vías de ingresar en un centro penitenciario por no cumplir con el mandamiento judicial.