VINOS DE CÁDIZ

La sorpresa del Sur

  • Los expertos aseguran que estos vinos rompen con el mito de que el clima caluroso y los buenos tintos son incompatibles.

Al margen de los posibles antecedentes históricos, el origen de los vinos de la Tierra de Cádiz como se conocen hoy hay que situarlo en el último tercio del siglo XX, en concreto a finales de los años ochenta, fecha en la que Marcel Fernández, de origen argelino y gran conocedor de los vinos franceses, se instala en la Sierra de Cádiz para plantar en una finca a medio camino entre Arcos y Villamartín las primeras varietales de uva tinta que dieron lugar a Regantío Viejo, el primer tinto 100% andaluz. Este vino comenzó su expansión en la Sierra gracias al boca a boca y con el tiempo se hizo muy popular, se convirtió en la primera experiencia de tintos de la provincia, iniciativa pionera vinculada en la actualidad al enoturismo a la que poco a poco se unieron otros proyectos de corte más empresarial.

La IGP Vinos de la Tierra de Cádiz abarca las comarcas de la Sierra, la campiña jerezana y la Bahía de Cádiz –términos municipales de Arcos, Bornos, Chiclana, Chipiona, El Puerto, Jerez, Prado del Rey, Puerto Real, Rota, Sanlúcar, Olvera, San José del Valle, Setenil, Trebujena y Villamartín– y ampara en la actualidad unas treinta marcas  de una veintena de bodegas.

La mayoría de las iniciativas son pequeñas y medianas explotaciones y sólo tres son de gran tamaño, Albalá, Barbadillo y González Byass con Finca Moncloa. Eso ayuda a la fijación al territorio y a su vinculación al enoturismo como complemento de rentabilidad.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios