Con Le Voyage, la diseñadora se traslada a la capital francesa a través de bañadores, biquinis y triquinis en tonos suaves y siluetas de aire retro. Un encuentro con Picasso, Hemingway, Dalí o Gertrude Stein a pie de playa. Para esa cita es para la que Guillermina Baeza proyectó su colección del verano 2015, inspirada en la película de Woody Allen Midnight in Paris.Biquinis y bañadores cobraron el mismo protagonismo a lo largo del desfile, en el que participaron las conocidas Clara Alonso y Malena Costa con puntuales apariciones de triquinis solo aptos para las más atrevidas. Las piezas únicas, muchas de ellas con escotes en uve, se caracterizaron por dejar desnudas las espaldas a distintas alturas, llegando incluso a rozar la cintura, que se adorna con coquetas lazadas que aportan un toque de feminidad extra. Esos mismos lazos adornan caderas y escotes, entre los que volvieron a destacar los tipo bandeau y aquellos con incrustaciones de ganchillo metalizadas, un tejido que dibujó finas rebecas que terminan en la cintura. Las prendas presentaron, confirmando así la tendencia cromática vista en esta edición de la 080 Barcelona Fashion, una gama de colores empolvados, suaves, que van desde los tonos malvas y azules hasta los naranjas y grises, pasando por los verdes agua; todo aderezado con hilos metalizados en plata y, sobre todo, en oro, que les aportaron un extra de brillo. La nota fuerte la dio un rojo frambuesa, que coloreó un bañador, un bikini y un mono de seda que lució la top Malena Costa, y el marino en dos piezas y camisolas de la misma tela que completaban los looks para lucir en la orilla del mar.

Además de los lisos, destacaron enormemente los estampados florales y los tejidos de jacquard, muy característicos de aquella época. El aire retro se aprecia no solamente en las siluetas de las piezas y los drapeados o en los colores y estampados, sino también en el resto del estilismo, sobre todo gracias a las cestas de mimbre rígidas que lucieron algunas de las modelos y a los gorros de baño adornados con flores; accesorios firmados por Carmina Rotger. Y a pesar de la inspiración vintage, las nuevas tecnologías también tuvieron cabida en el show gracias a Fujifilm con sus cámaras instax, un nuevo modelo que realiza fotografías instantáneas y cuyo diseño encaja a la perfección con la idea que quería proyectar Baeza, que hizo que algunas de las maniquíes pisasen la pasarela con ellas en la mano sobre tacones y cuñas de la marca Castañer. Un viaje a otra época y otra ciudad; una figura parisina retro del siglo XXI: el verano 2015 será el del chic de Guillermina.