Pasarela

El triunfo de la naturalidad

La suya es una compenetración idónea donde, tanto Kiko como Shara, se han acoplado de tal manera que resulta difícil imaginarlos uno sin el otro. Más charlatán, él, bastante más tímida, ella, ambos lideran una formación que, en sólo cuatro años, ha superado las ventas de figuras mucho más veteranas. Lejos de que eso les haya supuesto cambiar en ningún sentido, nuestros protagonistas se mantienen fieles a esas playas, gentes y costumbres de una Cádiz natal de la que procuran alejarse lo menos posible…

-¿Sonarían igual ustedes si, dentro de Andalucía, hubieran nacido en otra provincia? ¿Qué les da la Tacita de plata?

-(Kiko) Cada sitio tiene sus cosas bonitas pero imagínate en nuestra tierra la gracia que hay. Desde pequeños ves a los niños con guitarras, cantando, con el cajón flamenco… ¡Será la brisa del mar la que te inyecta arte!

-De todos modos, la suya ha sido una carrera muy precoz, ¿verdad? ¿No les da la sensación de haber corrido demasiado?

-(K) No. Hemos hecho en cada momento lo que hemos querido. Shara estuvo bailando flamenco bastante antes de empezar en la música y yo, con 14 años, dejé los estudios y me lancé aquí a lo loco. Es bueno que seas joven, hayas vivido tanto y, encima, cuentes con un público fiel que te permita seguir adelante.

-(Shara) La mayoría de los chicos y chicas de nuestra edad ejercen ya sus profesiones. En nuestro caso, la única diferencia es que nos dedicamos a esto…

-Los Caños fue la banda que, al menos a Kiko, le abrió las puertas de la fama… ¿Les deben a ese grupo algo de lo que, hoy día, son?

-(K) A mí me lo han dado todo. Entré con fuerza y he pasado tanto experiencias inolvidables como un recorrido que me ha ayudado a lograr un peso y que la gente me conozca. Es un orgullo haberme mantenido desde entonces.

-¿Cuál es la relación familiar entre ustedes? ¿Se lo cuentan todo? ¿Van juntos a todas partes?

-(S) Somos liberales. Nos apoyamos pero conservando nuestro espacio. Artísticamente, nos exigimos mucho para no dar lo típico. Creemos en letras que sean realistas y lleguen al corazón de la gente. Historias reales con las que, quienes nos escuchan, se identifiquen.

-Hace dos años y medio se les sumó un nuevo miembro y Kiko se convirtió en papá de un niño… ¿Podría contarnos algo de esa faceta?

-(K) Bueno, ¿qué te voy a decir de mi hijo? Se llama Aday, que es un nombre canario, y es guapísimo y estupendo…

-¿Le dedicará alguna vez un tema?

-(K) Sí, aunque se trata de algo muy personal y necesito tiempo. Mi intención es que, cuando la haga, sea la mejor canción del mundo y, por esa misma razón que te comento, debo estar muy concienciado y preparado.

-Lo siguiente es que Shara haga tito a Kiko…

-(S) La verdad es que me encantaría ser madre pronto, pero no es el momento. Primero debo trabajar y, una mujer embarazada, en este mundo, es algo complicado.

-¡Parecen siempre tan sonrientes! (...) ¿Nunca se enfadan?

-(K) Yo soy muy relajado y no suelo tomarme mal casi nada…

-(S) Es así. Siempre está de bromas y, en mi caso, tampoco creo que tenga mal genio (risas).

-(K) ¡Somos unos hermanos perfectos! (risas)

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