Pasarela

La stripper que enamoró a un príncipe

  • Este sábado se casan Carlos Felipe de Suecia y Sofía Hellqvist tras una historia de obstáculos.

Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia pensaban que su pequeño Carlos Felipe se había dejado embaucar por la pasión desatada del verano cuando en su residencia vacacional les presentó como su novia a Sofía Hellqvist. Una chica morena, de impresionantes ojos azules, guapa a rabiar, pero de clase media baja, sin estudios, camarera-stripper y ex concursante del reality Paradise Hotel, donde había protagonizado un beso lésbico con la actriz erótica Jenna Jameson. Los soberanos suecos se mostraron sorprendidos pero no vieron mayor problema pensando que se trataría de un calentón (en el buen sentido de la palabra) de su único hijo varón, considerado el príncipe más apuesto y prolífico de la realeza europea. Cuál fue su sorpresa cuando Carlos Felipe con su novia stripper se fueron a vivir juntos meses después derrochando una complicidad y, sobre todo, un amor que mañana les llevará al altar.

Semanas antes, Carlos Felipe había dado plantón a su novia durante una década, Emma Pernald, a la que conoció cuando tenía 19 años y la que todo el mundo veía -incluso ella misma- como futura princesa de Suecia. "No estoy preparado" dijo el príncipe tras conocerse su ruptura con la joven, íntima de sus hermanas, especialmente de  la menor, Magdalena, la que curiosamente más tardó en aceptar a Hellqvist en la familia, si es que alguna vez lo ha hecho...

Carlos Felipe ha sido un chico de pocas pero estables novias, antes que Pernald compartió sus años de instituto con Wiweka Thott, una joven de la alta sociedad sueca con la que rompió en 1999. En cambio, siempre ha mostrado una curiosa inquietud formativa. Para muchos tan versátil que parecía andar dando palos de ciego. El hijo del rey Carlos Gustavo siempre mostró pasión por la fotografía y el arte; también por las ciencias, llegando a ser becario del National Geographic. Pasados los treinta se graduó en Silvicultura y Agricultura. No obstante, trabajar lo que es trabajar ha trabajado bien poco, y eso que su agenda oficial se reduce  a prácticamente nada. Además tiene formación militar, le gusta el diseño y pasa buena parte de su tiempo haciendo deporte y desarrollando iniciativas solidarias. En este punto coincide con su prometida -ya por pocas horas-, que desde su aterrizaje oficial en la familia real sueca ha pulido su imagen por la rama filantrópica.

La boda de Carlos Felipe y Sofía ha de celebrarse porque es un claro triunfo del amor. Ambos han salvado todos los obstáculos para vivir su particular cuento de hadas, y lo están haciendo. Mañana se darán el 'sí quiero' en el altar, y ya no serán el príncipe y la 'stripper', sino marido y mujer. Príncipes de Suecia.

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