El mes de noviembre no es sólo el mes de Halloween o el de los difuntos. Es el mes en el que el mundo se conciencia con las enfermedades del género masculino como el cáncer testicular y de próstata. Y es también el mes del bigote. ¿Por qué?, porque hace 12 años un grupo de jóvenes de Melbourne tuvo la original idea de dejarse bigote como forma de arropar a uno de sus compañeros, al que le habían detectado un cáncer testicular. Aquella singular propuesta tuvo pronto un seguimiento más amplio a modo de fundación, la Fundación Movember, una palabra que nace de la contracción de 'Moustache' (bigote en inglés), y 'November' (el mes en que se celebra el Día Internacional del Hombre). Esta fundación ha tomado el relevo de aquellos jóvenes y anima a los hombres de todo el mundo a dejarse bigote durante los 30 días del mes (no vale dejarse también barba). Consideran que ésta es una forma de dar qué hablar sobre las enfermedades masculinas como el cáncer de próstata y el testicular y, a la vez, una original manera de recaudar fondos para tal causa, ya que la fundación anima a los que se sumen a esta campaña a que se inscriban en Movember.com para poder solicitar donaciones por esta causa.

El movimiento Movember ha ido creciendo con el paso de los años como si de una guerra silenciosa se tratara y actualmente esta propuesta solidaria se extiende por 21 países de todo el mundo y cuenta cada año con una legión más amplia de hombres con mostacho.

En España se celebra esta iniciativa desde 2007 y sólo el año pasado se recaudaron más de 245.000 euros gracias a los 'Mo bros' y 'Mo Sistas', que es como se conocen a los hombres y mujeres que se suman a esta causa.

Este año la Fundación Movember anima a los españoles a que secunden su llamada y amplía su campaña con el plan MOVE, pensado para las personas que no pueden dejarse bigote pero sí pueden compartir en Movember.com retos relacionados con un estilo de vida saludable.