Pasarela

Un repaso a la moda del siglo XX mirando al reloj

  • El Museo del Traje de Madrid abre sus puertas a una original exposición, 'Vistiendo el tiempo', una colección en la que las prendas de los mejores modistas le dan la mano a relojes de todas las épocas

Como si de una cápsula del tiempo se tratara, el Museo del Traje abre sus puertas hasta mediados de enero a los diseños más destacados de las grandes firmas del siglo XX. Pero lo hace de una forma original, complementando los diseños de Dior, Balenciaga o Chanel con los relojes que fueron tendencia en cada década. Vistiendo el tiempo echa la vista atrás y repasa la sociedad del siglo XX a través de la moda y sus complementos.

En esta ocasión no sólo hay que fijarse en los largos de los vestidos o en el uso de materiales innovadores a la hora de confeccionar las prendas, sino también en la evolución de los relojes: del reloj de bolsillo al de pulsera, del reloj-joya a las piezas más cómodas, o la incorporación de materiales como el plástico, en un accesorio tradicionalmente asociado al lujo.

La firma suiza Tissot, que en sus orígenes "suministró relojes a la casa real rusa", ha cedido una treintena de piezas de su colección para la muestra. Tres relojes de bolsillo hechos en oro y platino y acompañado, en el caso de las mujeres, con piedra preciosas, reciben al público para poco después, dar paso a los primeros diseños de pulsera, que llega con la Segunda Guerra Mundial y la moda de los soldados "de atarse los relojes a la muñeca con una cuerda".

Este cambio estuvo también propiciado por la llegada de una moda "más libre", menos encorsetada , capitaneada por diseñadores como Coco Chanel o Mariano Fortuny y Madrazo, ambos presentes en la muestra, el último con un espectacular vestido "Delphos" en tono aguamarina, recién adquirido por el museo y que Charles Chaplin compró a su mujer.

La nueva sociedad que emerge en la segunda mitad del siglo XX y sus nuevas costumbres sociales se reflejan en la vestimenta, y también en los relojes. La mujer se incorpora al mercado laboral, pero sigue siendo una mera acompañante, que se viste con elegantes diseños de Balenciaga, Dior y la Maison Worth, todos presentes en la muestra. En esta época, los relojes más sencillos aparecen junto a otras piezas con aspiración de joya, con una esfera de tamaño mínimo de vocación ornamental.

La experimental década de los sesenta trae consigo la incorporación de nuevos materiales, que se aprecia en un vestido de piezas metálicas de Paco Rabanne o una minifalda plastificada de Mary Quant, y que acompaña la aparición de los primeros relojes de plástico y diseños cada vez más abstractos.

Los 80, el nacimiento del concepto "yuppie" y el "dress for success" (vestido para triunfar) marca un nuevo resurgir de la exclusividad, con relojes con esferas de granito o Japes, mientras que el movimiento "minimal" de diseñadores como Azzedine Alaia, acompaña el surgimiento de los primeros relojes "unisex".

Cierra la muestra el auge del estilo deportivo de la última década, que se representa con un reloj de Tissot para el piloto español Tito Rabat y uno de sus monos.

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